Moscú.- Mars500, la primera misión simulada a Marte en tiempo real, comenzó ayer en Moscú, cuando los seis miembros de su tripulación accedieron al interior de su ‘nave espacial’ y cerraron la escotilla. Este experimento terminará en Noviembre del año próximo.
Acaba de comenzar el último y más interesante de los estudios que componen el programa de aislamiento Mars500. Los europeos Diego Urbina y Romain Charles; Sukhrob Kamolov, Alexey Sitev, Alexander Smoleevskiy y Mijaíl Sinelnikov de Rusia, y Wang Yue de China se enfrentan ahora a una misión lo más parecida posible a un auténtico viaje espacial. A partir de ahora vivirán y trabajarán como auténticos astronautas, comerán comida especial y realizarán ejercicio físico siguiendo los mismos protocolos que los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional.
Su misión consiste en un supuesto viaje a Marte en 250 días, dividirse en dos grupos, simular un aterrizaje en Marte y explorar su superficie durante un mes y volver a la Tierra en 230 días, todo ello en el interior de unas instalaciones especiales que simulan una nave interplanetaria, un módulo de aterrizaje y un paisaje marciano.
La escotilla de los módulos de aislamiento permanecerá cerrada hasta noviembre de 2011, por lo que la tripulación tendrá que arreglárselas con la comida, con los equipos y con el material previamente almacenado en el interior de los módulos. Sus compartimentos sólo recibirán energía eléctrica, agua y aire desde el exterior.
Mars500 es un programa diseñado para probar nuevas tecnologías y, sobre todo, para poner a prueba la resistencia humana. Permanecer casi 18 meses en el interior de unos módulos metálicos será duro, incluso después de superar un exhaustivo programa de entrenamiento junto a astronautas y a submarinistas profesionales. La tripulación vivirá sin dudas momentos buenos y momentos malos durante su larga misión; analizar estos cambios psicológicos es precisamente uno de los objetivos del experimento.
Los ‘astronautas’ vivirán una jornada repartida en 8 horas de trabajo, 8 horas de tiempo libre y 8 horas para dormir, y podrán descansar los fines de semana, excepto cuando estén simulando fases especiales de la misión. A bordo de sus módulos cuentan con un gran número de películas, libros, juegos e instrumentos musicales.