Madrid.- La Junta Directiva del Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos de España (COIAE) ha procedido a reducir en un 25% la plantilla de la oficina colegial y a congelar las nóminas, corrigiendo así, en plena crisis económica, el desmesurado incremento de los gastos salariales y de la Seguridad Social que heredó del cesado decano, según informaron fuentes de dicha entidad.
A decir de algunos colegiados, “en plena crisis económica, con una cuenta de resultados deficitaria y unas previsiones presupuestarias muy mermadas, el cesado decano del Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos Martín Carrillo había incrementado alegremente en los dos últimos años hasta un 38% la masa salarial de la plantilla, con el aumento de ésta y las subidas de sueldos más los seguros sociales del personal”.
Si ya en el año 2009, habían crecido un 16,5% los gastos de personal y de la Seguridad Social, con respecto al anterior, según las cuentas de resultados dadas a conocer por el COIAE a sus colegiados, el incremento efectuado a comienzos de este año ha sido aún mayor, un 18,6%, a pesar de la grave situación económica por la que atraviesa el país y después de dejar una cuenta de resultados con pérdidas de más de 200.000 euros, según los balances conocidos en la Junta General de la Corporación del pasado 4 de febrero.
Este “disparatado incremento salarial”, a juicio de muchos colegiados, justo cuando la mayoría de las empresas se están apretando el cinturón y muy poco antes del plan de ajuste “de caballo” impuesto por la Unión Europea a todos los españoles, fue decidida, al parecer, a pocas fechas de la celebración de la Junta General de Colegio, a primeros de febrero, que decidió rechazar al equipo de continuidad de Martín Carrillo optando por el cambio que suponía la candidatura alternativa.
Así las cosas, el COIAE, a causa de la crisis económica, la disminución de visados, la amenaza de la desaparición de éstos y, sobre todo, por la imprevisión de sus anteriores gestores, a juicio de muchos colegiados, se ve obligado este año a podar sus costes en más de un millón de euros, lo que supone una reducción de más del 34% respecto a los gastos del año anterior. “Es el nefasto legado recibido por la nueva Junta Directiva. Todo un reto, un esfuerzo titánico, un verdadero quebradero de cabeza muy concretamente para su Tesorero”, según manifiestan algunos colegiados.