Fráncfort.- La compañía aérea alemana Lufthansa y sus filiales Lufthansa Cargo y Germanwings han quedado prácticamente paralizadas desde la pasada medianoche por la huelga de sus pilotos que durará hasta la medianoche del próximo jueves.
Se calcula que más de 3.000 vuelos sean cancelados lo que ocasionará un perjuicio directo a la compañía de más de 100 millones de euros, sin contar las perdidas colaterales a los pasajeros y la industria.
A pesar de la última oferta de Lufthansa realizada hasya la última hora de ayer, el sindicato Vereinigung Cockpit que engloba a más de 4.000 pilotos, declinó dar respuesta y decidió seguir adelante con su actitud de fuerza.
El ministro alemán de Transporte, Peter Ramsauer, respaldado por la canciller ángela Merkel, se ofreció como mediador entre la compañía y sus pilotos. «En estos tiempos, una huelga de esa magnitud tendrá consecuencias económicas fatales que van más allá del sector del transporte aéreo», dijo el ministro.
Según los pilotos, la estrategia de rebaja de costes de la compañía hace peligrar sus puestos de trabajo. El colectivo denuncia que la aerolínea cede cada vez más vuelos a sus filiales en el extranjero, más baratas y cuyos pilotos cobran menos.
También realizarán manifestaciones el lunes en los dos grandes aeropuertos alemanes: el de Fráncfort y el de Múnich. En todos los aeródromos alemanes se disponen a afrontar el caos que pueda originarse si la inmensa mayoría de los pilotos de secunda la huela convoada por el sindicato.