Madrid.- El montaje completo de la ISS requiere tan sólo de otros cinco vuelos más del transbordador. Este lanzamiento constituye un hito importante para la estación y la cooperación internacional, pero, sobre todo, para Europa. Node 3 y Cupola marcan el final del programa europeo de desarrollo de la ISS.
Esta emisión da continuidad a los esfuerzos que se iniciaron hace más de 2 años cuando se lanzó el Node-2 hacia la ISS como el primer elemento presurizado permanente construido por la ESA, y prosiguieron el 11 febrero de 2008 con el acoplamiento del laboratorio europeo Columbus.
Desde entonces, Europa ha cosechado grandes resultados científicos y obtenido una importante experiencia operativa gracias a esta base permanente en el espacio. Esta experiencia proporciona una base sólida para el papel esencial de Europa de cara al futuro de los vuelos espaciales tripulados. Gracias a la amplia experiencia en cooperación internacional, una comunidad científica deseosa de aprovechar las oportunidades de investigación y una industria espacial que ha demostrado su capacidad para desarrollar y trabajar con naves espaciales avanzadas, Europa está preparada para emprender futuras misiones. Europa también ha iniciado el desarrollo de su nuevo sistema de transporte que permitirá realizar misiones de ciclo completo, desde el lanzamiento hasta el aterrizaje: el vehículo avanzado de reingreso.
El siguiente astronauta de la ESA a bordo de la ISS será Roberto Vittori, que será miembro de la tripulación STS-134 y cuyo lanzamiento está previsto para el 29 de julio. El vuelo permitirá transportar importante material científico como el espectrómetro magnético alfa, que ayudará a los astrónomos a comprender el origen del universo buscando antimateria y materia oscura y midiendo los rayos cósmicos.
En noviembre de 2010, el astronauta de la ESA Paolo Nespoli iniciará una misión en la ISS que durará 6 meses. Será el ingeniero de vuelo de las expediciones 26 y 27.