Brasilia.- Brasil niega que haya tomado ya una decisión sobre la compra de 36 cazas para la Fuerza Aérea brasileña, contrato por el que compiten el francés Rafale, de Dassault; los Gripen de la firma sueca Saab y los Super Hornet de la estadounidense Boeing.
El periódico brasileño “Folha de Säo Paulo” informó el pasado jueves que el Gobierno se había decidido por la comprar del avión supersónico francés Rafale, lo que fue desmentido inmediatamente por el ministro de Defensa, Nelson Jobim, quien calificó de «infundada» la versión. «La compra no ha sido definida. El proceso está en curso en el Ministerio de Defensa.
Según el rotativo brasileño, el presidente Luiz Inacio Lula da Silva se inclinó por el Rafale después de que el constructor Dassault ofreciera rebajar 2.000 millones de dólares los 8.200 millones inicialmente presupuestados. Aún así seguiría siendo el precio más alto frente a los 5.700 y 4.500 millones de dólares de los constructores norteamericano y sueco, respectivamente, que también anunciaron su intención de reducir sus presupuestos iniciales.
Brasil, a pesar del alto coste de los «Rafale», podría optar por esos aviones en el marco del acuerdo estratégico suscrito por los presidentes Lula da Silva y Nicolás Sarkozy el pasado 7 de septiembre, con ocasión del Día de la Independencia brasileña. El presidente galo prometió a su anfitrión que Francia cedería la tecnología secreta de los Rafale a fin de que Brasil pueda construirlos y exportarlos en el futuro.
El ministro Jobim, que, según el periódico brasileño, habría cerrado el acuerdo con Francia el sábado pasado en París, a su regreso de Israel, dijo que Brasil da prioridad a la transferencia de tecnología y recordó que Estados Unidos no libera toda la información sobre los componentes sensibles de los cazas F-18.