Moscú.- El primer ministro ruso Vladímir Putin dio luz verde a la conversión de varias compañías aéreas estatales en sociedades anónimas para una posterior fusión con Aeroflot. Asímismo, aprobó el traspaso de activos aeronáuticos de la Corporación nacional de Tecnologías a Aeroflot, que podrá así elevar de un 15% a un 40% su participación en el mercado interno.
“La decisión está tomada”, dijo el jefe del gobierno ruso durante el acto del acuerdo promovido por el ministro de Transportes ruso, ígor Levitin. A cambio de tales activos, Aeroflot cederá a esta corporación pública una parte de las acciones: como máximo, un 10% según la estimación de expertos locales.
La transacción, que aún debe recibir el visto bueno del servicio antimonopolio y el presidente de Rusia, da al traste con el proyecto de Rosavia, grupo que Tecnologías concebía como competidor de Aeroflot.
La corporación gestiona actualmente paquetes accionariales de seis aerolíneas rusas que transportaron el pasado año un total 6,7 millones de pasajeros. El resultado de Aeroflot y sus estructuras afiliadas, Nordavia y Donavia, fue de más de 11 millones de pasajeros. La suma supera 3,5 veces el resultado de Transaero, la segunda en importancia aerolínea rusa.
Algunos expertos rusos advierten que la absorción de nuevos activos podría empeorar la capitalización y los resultados financieros de Aeroflot; otros dicen que la aerolínea será capaz de «digerirlos» porque no tienen deudas críticas. La aparición de un actor dominante aplastará la competencia en el mercado local pero Aeroflot necesita como mínimo duplicarse en tamaño para hacer frente a las mayores aerolíneas extranjeras.