Dublín.- La policía irlandesa detuvo a un ciudadano eslovaco que entró en el país desconociendo que portaba explosivos en su equipaje. Las autoridades eslovacas le habían colocado esas sustancias en su maleta para someter a prueba la seguridad de los aeropuertos y, concretamente, en el de la capital no fueron detectados los explosivos.
Al parecer, las autoridades de Bratislava también habrían colocado otros objetos prohibidos en los equipajes de otros 7 pasajeros, pero esta vez sí fueron detectados en los aeropuertos eslovacos.
El Gobierno irlandés ha pedido explicaciones a las autoridades eslovacas por haber tardado tres días en informarles de lo sucedido. Los controles de seguridad del aeropuerto de Bratislava no detectaron los 90 gramos del explosivo RDX que el pasajero con destino a Dublín llevaba inadvertidamente en su equipaje.
El Gobierno de Dublín abrió una investigación sobre lo ocurrido. Al conocer las explicaciones de las autoridades eslovacas procedieron a poner en libertad al pasajero detenido.