Pasadena.- Los investigadores del laboratorio de propulsión a chorro de la Nasa en Pasadena, California, han conseguido simular las condiciones que podrían encontrarse en las atmósferas de una clase especial de exoplanetas (planetas fuera del sistema solar) llamados “Júpiter calientes”.
Para ello, han construido un “horno” de altas temperaturas que calienta una mezcla de hidrógeno y monóxido de carbono a más 1.100ºC, aproximadamente la temperatura de la lava fundida.
Los Júpiter calientes son gigantes gaseosos que orbitan muy cerca de su estrella madre, a diferencia de cualquiera de los planetas del sistema solar. Mientras que la Tierra tarda 365 días en orbitar el Sol, los Júpiter calientes orbitan sus estrellas en menos de 10 días. Su proximidad a una estrella significa que sus temperaturas pueden variar 530 a 2.800ºC o incluso más calientes. En comparación, un día caluroso en la superficie de Mercurio (que tarda 88 días en orbitar el Sol) alcanza aproximadamente los 430ºC.
“Aunque es imposible simular exactamente en el laboratorio estos entornos duros de los exoplanetas, podemos acercarnos mucho”, ha comentado Murthy Gudipati, científico principal del laboratorio de propulsión.
Los Júpiter calientes son grandes para los estándares del planeta e irradian más luz que los planetas más fríos. Tales factores han permitido a los astrónomos reunir más información sobre sus atmósferas que la mayoría de los otros tipos de exoplanetas. Esas observaciones revelan que muchas atmósferas calientes de Júpiter son opacas a grandes alturas. Aunque las nubes podrían explicar la opacidad, se vuelven cada vez menos sostenibles a medida que disminuye la presión, y se ha observado la opacidad cuando la presión atmosférica es muy baja.
Los científicos han estado buscando otras explicaciones que no sean las nubes, y los aerosoles (partículas sólidas suspendidas en la atmósfera) podrían ser una. Sin embargo, según los investigadores, los científicos no sabían cómo se podían desarrollar los aerosoles en las atmósferas calientes de Júpiter. En el nuevo experimento, la adición de luz UV a la mezcla química caliente hizo el truco.
“Este resultado cambia la forma en que interpretamos esos ambientes nebulosos y calientes de Júpiter”, ha explicado Benjamin Fleury, científico investigador del laboratorio y autor principal del estudio. "En el futuro, queremos estudiar las propiedades de estos aerosoles. Queremos entender mejor cómo se forman, cómo absorben la luz y cómo responden a los cambios en el medio ambiente. Toda esa información puede ayudar a los astrónomos a comprender lo que están viendo cuando Observan estos planetas”.
Con las herramientas de la próxima generación, como el Telescopio Espacial James Webb de la NASA, que se lanzará en 2021, los científicos podrían producir los primeros perfiles químicos detallados de las atmósferas de exoplanetas, y es posible que algunos de esos primeros sujetos sean Jupiter calientes. Estos estudios ayudarán a los científicos a aprender cómo se forman otros sistemas solares y qué tan similares o diferentes son con los nuestros.