Madrid.- El primer vuelo del avión militar A400M, cuyo ensamblaje final se realiza en la planta de Airbus en San Pablo (Sevilla) y que arrastra ya tres años de retraso, se realizará en la próxima semana, si el tiempo lo permite, anunció el pasado viernes Domingo Ureña, máximo responsable de Airbus Military, en una carta dirigida a los medios de comunicación.
«Las pruebas en tierra del primer A400M avanzan satisfactoriamente. Y esto nos permite prever un primer vuelo para la semana 50”, indicó Ureña.
El Rey Don Juan Carlos, que ya asistió, junto con otras autoridades nacionales y autonómicas andaluzas, a la presentación oficial del avión europeo en las instalaciones sevillanas de Airbus, encabezará con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la lista de personalidades que presenciarán en Sevilla el primer vuelo del A400M.
Previamente, el avión militar de carga realizará un discreto vuelo de ensayo general con todo. Será de noche, sin apenas testigos ni cámaras de TV o fotógrafos de prensa, sin representaciones institucionales ni autoridades.
El avión, que debería haber efectuado su vuelo de prueba en el verano de 2008, ya con retraso respecto al programa inicial, tuvo problemas vinculados con su motorización. El retraso también afecta a las entregas de los A400M encargados por diversos ejércitos, que como muy pronto empezarán a ser efectivas en 2012. A primeros de este mes de noviembre, el Gobierno de Sudáfrica anunció su renuncia al pedido de 8 aviones A400M por importe de 1.500 millones de euros, debido al sobrecoste y a la demora de las entregas.
Airbus lanzó el programa del A400M en 2003 tras firmar un contrato por 20.000 millones de euros con siete países europeos (Alemania, España, Francia, Gran Bretaña, Turquía, Bélgica y Luxemburgo) por 180 aparatos. A los sobrecostes generados por los retrasos del proyecto, que se elevan a 2.400 millones de euros -224 sólo en los nueve primeros meses del año-, podrían sumarse nuevos «efectos negativos», según la compañía, en función del progreso del programa y de la renegociación del contrato con los países socios.
EADS, matriz de Airbus, que negocia con los países de la OCCAR -las siete naciones que participaron en el lanzamiento del A400M-, reconoce que las conversaciones entran en «una compleja y última fase» en la que tratarán de «reducir cualquier nueva pérdida potencial». El consorcio aeroespacial pretende hacer coincidir la fecha del primer vuelo del A400M con una reunión en Sevilla de los ministros de Defensa de las naciones clientes con el objetivo de firmar un nuevo contrato satisfactorio para todas las partes.