París.- La Justicia norteamericana ha abierto una investigación sobre Airbus por supuestas irregularidades en las ventas, según reveló este jueves el diario francés Le Monde. El constructor aeronáutico europeo respondió ante esta información que “cooperará con las autoridades estadounidenses en estrecha coordinación”.
“Es un hecho conocido que Airbus está bajo investigación, por lo que no puede comentar sobre los procedimientos en curso", dijo el comunicado del fabricante europeo.
A las investigaciones en proceso por la Fiscalía Nacional de Finanzas (PNF) en Francia y la Oficina de Fraudes Graves (SFO) en Gran Bretaña, se suma ahora un nuevo procedimiento judicial iniciado por la Oficina Americana de Fiscalías Públicas, el temido Departamento de Justicia (DoJ), brazo armado de los EEUU en la búsqueda, en su país y en el extranjero, de empresas sospechosas de prácticas indebidas, según afirma el periódico francés.
En la primavera de 2016, Airbus reconoció haber olvidado mencionar la intervención de intermediarios en la negociación de varios contratos importantes en el extranjero, particularmente en Asia.
El uso de "socios comerciales" o intermediarios está autorizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), siempre que éstos terceros estén identificados y su remuneración sea reconocible.
La SFO británica, sospechando de la existencia de malversación, inició una investigación en julio de 2016, que fue seguida por la PNF francesa por "presuntos sobornos a funcionarios públicos en el extranjero, lavado de dinero, uso indebido de activos corporativos, falsificación y uso de falsificación".
El DoJ norteamericano esperó varios meses antes de informar a Airbus sobre las investigaciones iniciadas oficialmente a fines de 2017, como ha descubierto Le Monde. El anuncio se realizó a finales del pasado verano, según ha sabido el periódico.
Desde que EEUU anunció su incorporación e la investigación judicial multinacional, la conmoción en los cuarteles generales de Airbus era patente. Durante mucho tiempo, la gerencia y sus asesores legales esperaban que el DoJ renunciara a dar el paso de participar en el procedimiento, dado que ese departamento norteamericano tiene un oficial de enlace en la SFO británica.
El todavía CEO de Airbus, Tom Enders, en carta dirigida a primeros de octubre del pasado año a los 130.000 empleados de la compañía les advertía de los “tiempos turbulentos y confusos” que se avecinan para el constructor aeronáutico europeo en medio de las investigaciones en Francia y Reino Unido sobre fraude y corrupción, que podrían desembocar en grandes sanciones corporativas.