Florida.- El recipiente a presión de la nave espacial Orion para exploración Mission-2, que transportará a una tripulación al espacio profundo, ha llegado al centro espacial Kennedy en Florida. Se une así al módulo de tripulación Orion Exploration Mission-1 donde los técnicos fijaron recientemente el escudo térmico al fondo de la nave espacial.
El recipiente a presión es la estructura primaria de Orion que contiene la atmósfera presurizada. Los astronautas respirarán y trabajarán en el vacío del espacio profundo. La estructura principal del recipiente a presión consiste en siete piezas grandes de aluminio que se sueldan entre sí para producir una cápsula hermética fuerte, pero liviana y hermética.
Las piezas se unieron en la instalación de ensamblaje Michoud cerca de Nueva Orleans utilizando un proceso de última generación llamado soldadura por fricción y agitación, que produce uniones increíblemente fuertes al transformar los metales de un estado sólido a plástico y luego usar una herramienta rotativa para ablandar, remover y forjar una unión entre dos componentes de metal para formar una junta soldada uniforme, un requisito vital del hardware espacial de próxima generación.
Inicialmente, el módulo de tripulación se fijará en una herramienta de alineación de precisión y los técnicos de Lockheed Martin comenzarán a trabajar para unir los componentes estructurales principales al exterior del módulo. Estas partes críticas, algunas hechas de aluminio y titanio, proporcionarán resistencia estructural al recipiente a presión y le darán a la nave espacial su forma cónica.
“Volar la Orion en nuestro nuevo cohete SLS representa el comienzo de una nueva era en la exploración espacial”, asegura Kent Beringer, líder EM-2 de Orion Production Operations en Kennedy. “Esta nave espacial Orion y el SLS llevarán a los humanos más lejos que nunca en el sistema solar. No hay nada mejor que esto”, explica el responsable.