Pécs.- Dos personas resultaron muertas el pasado 31 de mayo al estrellarse el avión híbrido experimental Magnus eFusion cerca del aeropuerto de la ciudad húngara de Pécs.
Testigos presenciales indicaron que el avión se incendió antes de precipitarse contra el suelo. Se ha abierto la investigación correspondiente, pero una de las hipótesis comentadas es que el problema pudiera haber surgido al quemarse las baterías ubicadas en el morro del aparato.
"Aún no podemos especular sobre las causas. Trabajamos estrechamente con las autoridades que investigan la causa", ha dicho Frank Anton, director de eAircraft en Siemens.
Magnus eFusion es una versión de la Fusion 212 que hizo su primer vuelo en 2016. Utiliza el nuevo motor eléctrico SP55D de Siemens y un motor diesel FlyEco. Fue creado para "proporcionar información significativa sobre la aplicación de sistemas híbridos eléctricos para aeronaves durante el funcionamiento futuro", según Siemens.
Siemens, diseñador de las baterías y la unidad de propulsión eléctrica del avión, ha dicho que "trabaja en colaboración con las autoridades para determinar las causas del accidente. Como medida de precaución, hemos decidimos dejar en tierra la flota de aviones Magnus eFusion hasta conocer la causa del trágico accidente".
Siemens también está trabajando con Airbus y Rolls-Royce en proyectos de aviones eléctricos. Las tres compañías anunciaron a finales del pasado mes de noviembre esta colaboración, que reúne a los mejores expertos mundiales en tecnologías eléctricas y de propulsión. Se prevé que el demostrador de tecnología híbrida-eléctrica E-Fan X volará en 2020 tras una campaña de amplias pruebas en tierra, provisionalmente en una plataforma de pruebas volante BAe 146, con uno de los cuatro motores de turbina de gas de la aeronave sustituido por un motor eléctrico de dos megavatios. Se establecerán disposiciones para sustituir una segunda turbina de gas por un motor eléctrico una vez probada la madurez del sistema.