Washington.- La Nasa no abandonará la Estación Espacial Internacional (ISS) sin un plan alternativo de privatización, ha declarado la pasada semana al diario norteamericano Washington Post el nuevo administrador de la Nasa, Jim Bridenstine, en su primera larga entrevista desde su nombramiento en abril pasado.
El laboratorio orbital está gestionado por EE UU, Rusia, Japón, Canadá y la Agencia Espacial Europea (ESA). Cada año, la administración de la ISS le cuesta a la Nasa entre 3.000 y 4.000 millones de dólares. Ya en febrero, el Washington Post publicó un documento interno de la Nasa en el que la Casa Blanca declaraba su intención de dejar de financiar la estación orbital en 2025 y buscar activamente socios comerciales internacionales. Para ello, la Administración de Donald Trump planeaba dedicar solo150 millones de dólares en 2019, una suma que probablemente aumentaría en los próximos años.
Pero el anterior administrador de la Nasa arrojó dudas sobre este plan en su comparecencia ante el Senado, indicando que existe una falta de interés por parte del sector privado. Bridenstine en sus declaraciones al periódico reconoce, en cambio, que ha contactado con diversas compañías que están interesadas en asumir el control de la ISS. "Hay empresas que están interesadas en administrar la ISS desde una perspectiva comercial. Eso existe ahora y antes de llegar yo a la Nasa. Las empresas me hablaban de esto como miembro del Congreso mucho antes de llegar aquí", agregó el administrador actual de la Nasa.
Bridenstine no concretó la finalidad que buscan esas compañías privadas en la gestión de la ISS. Indicó que es posible que algunas firmas solo quieran operar parcialmente la estación orbital, dejando fuera de uso otras partes de la misma. También significó que existe una variedad de opciones.
La decisión ha despertado disparidad de opiniones entre la clase política norteamericana. EEUU ha invertido 100.000 millones de dólares en la construcción y gestión de la ISS desde su creación hace 20 años. El senador republicano Ted Cruz, presidente de la Subcomisión Espacial del Senado se comprometió hace un mes a impedir cualquier intento de la Administración norteamericana de clausurar la ISS a mediados de la década de 2020. “Mientras yo presida la Subcomisión Espacial, no se eliminará progresivamente, siempre que sea científicamente utilizable y podamos continuar extendiéndolo. Sería irresponsable no llegar tan lejos como sea científicamente factible", dijo.
Las empresas interesadas y potenciales candidatas a gestionar la ISS no fueron reveladas por Bridenstine. Según AFP, la Nasa firmó un contrato con el constructor aeroespacial estadounidense Boeing. La también norteamericana Bigelow Aerospace, creadora del Módulo de Actividad Expandible Bigelow (BEAM) instalado en la ISS como almacén de carga, podría formar parte del futuro consorcio industrial.