Washington.- Los ingenieros están volviendo a instalar en el telescopio Webb los deflectores que fueron previamente quitados y almacenados en un ambiente limpio para protegerlos de cualquier contaminación durante la integración y las pruebas de los instrumentos científicos. Las láminas de plástico transparente colocadas sobre los deflectores les protegerán de toda contaminación durante las fases de integración y pruebas del observatorio.
Los deflectores actúan esencialmente como espejos que reflejan el calor (radiación infrarroja) hacia afuera en una dirección específica. Los espejos del Webb harán algo muy similar, pero en vez de reflejar la luz infrarroja hacia el espacio, la guiarán con gran precisión hacia los instrumentos científicos del telescopio.
Los cuatro instrumentos científicos del telescopio espacial Webb se hallan contenidos en el interior de una estructura de soporte llamada módulo de instrumentos científicos integrado (ISIM), ubicado detrás del espejo primario del telescopio. Las ópticas de ISIM y el Webb forman la carga científica del observatorio.
Para mantener estos instrumentos tan sensibles alejados del calor, la mayor parte de la electrónica empleada para alimentar y operar los instrumentos se encuentra albergada en un compartimiento debajo del ISIM, donde unos deflectores especialmente diseñados dirigen el calor hacia el espacio y lejos de las superficies frías del observatorio.
“El oro posee una reflectividad muy grande en el rango infrarrojo del espectro, así que es ideal para dirigir el calor”, ha dicho Matthew Stephens, ingeniero de sistemas mecánicos en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la Nasa en Greenbelt, Maryland. “Por esta misma razón, todos los espejos, primario, secundario y terciario, están bañados en oro”.
Los ingenieros tuvieron que reinstalar los deflectores antes de que la carga útil científica de Webb y su elemento de nave espacial se integren en Northrop Grumman Aerospace Systems en Redondo Beach, California, donde residen actualmente ambas mitades del observatorio. Si los ingenieros esperan hasta después de la integración, el parasol del tamaño de una cancha de tenis de Webb obstruirá el compartimiento de la electrónica ISIM y hará que la reinstalación de los deflectores sea mucho más difícil.
El Telescopio Espacial James Webb de la Nasa será el próximo gran observatorio de ciencia espacial del mundo. Webb resolverá los misterios de nuestro sistema solar, mirará más allá de mundos distantes alrededor de otras estrellas y explorará las misteriosas estructuras y orígenes de nuestro universo y nuestro lugar en él. Webb es un proyecto internacional liderado por la Nasa con sus socios, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Canadiense (CSA).