Palma de Mallorca.- Indra y Aena, con la colaboración de Enaire, Ineco e Isdefe, han completado una prueba de validación, dentro del proyecto europeo SESAR 2020, para optimizar la escala de las aeronaves en tierra y aumentar la eficiencia y comodidad de los aeropuertos de todo el continente.
Así, en el aeropuerto de Palma de Mallorca se han integrado y sincronizado los procesos de trabajo relacionados con la gestión del equipaje y el embarque de pasajeros de movilidad reducida para coordinarlos con la gestión de los vuelos. Esto permitió al personal de tierra tener en cuenta las decisiones que toman controladores y aerolíneas para alinearse mejor con ellos.
Para poder integrar todas estas tareas, el sistema de Planificación de Operaciones Aeroportuarias (AOP) INPLAN de Indra procesó de forma combinada los datos de diferentes sistemas. Se facilitó así la gestión de las operaciones del aeropuerto, incluyendo la escala de las aeronaves y la sincronización de procesos de equipajes y pasajeros.
Toda esta información aporta una visión unificada de las operaciones, permite detectar posibles problemas con antelación y planificar las tareas para facilitar el embarque y desembarque con la máxima precisión.
Gracias a ello, las aerolíneas reducen el tiempo que las aeronaves permanecen en tierra y ganan una mayor disponibilidad de sus flotas. Por su parte, el aeropuerto saca el máximo rendimiento de sus recursos y puede absorber más tráfico, lo que incrementa sus ingresos.
“El viajero se beneficia asimismo de una mayor puntualidad y comodidad que contribuye a hacer del avión un medio de transporte más competitivo frente a otras alternativas”, asegura la compañía en un comunicado.
Esta prueba de validación es la continuación de las ya realizadas por Indra y Aena en este mismo aeropuerto para integrar el proceso global del pasajero (facturación, seguridad, control de pasaportes, embarque) con el de la aeronave (asignación de pista, permiso de aterrizaje y despegue o servicios de repostaje). Se consigue así coordinar tareas cuya gestión ha estado históricamente separada en lo que se conoce como la parte de aire y parte de tierra.
“Los resultados obtenidos en la prueba permitirán diseñar nuevos procesos de trabajo y aprovechar las posibilidades que ofrecen las tecnologías de última generación. Este conocimiento se plasmará en requisitos y estándares que seguirá la industria aeronáutica en todo el continente y que marcarán el futuro de la navegación aérea”, explican desde Indra.
Una vez completado el proyecto, las mejoras comenzarán a estar disponibles para su adopción progresiva por los aeropuertos de todo el mundo a partir de 2020.