Madrid.- Indra protegerá la flota de aviones A400M del Ejército del Aire español gracias al sistema InShield DIRCM (Contramedida Infrarroja Dirigida), la solución de última generación para proteger aeronaves frente a ataques con misiles de guiado infrarrojo tierra-aire y aire-aire.
El contrato ha sido adjudicado a Indra por el Ministerio de Defensa a través de la Organización Conjunta de Cooperación en Materia de Armamento (OCCAR), organismo que coordina el programa A400M, y contempla la implantación en nueve aeronaves.
Esta nueva adjudicación llega después de que la compañía haya suministrado un primer demostrador de su sistema InShield DIRCM dentro del programa nacional SYP 21501 para su evaluación en vuelo, que contó con financiación de la DGAM.
La solución de Indra utiliza un láser dirigido para cegar el sistema de guía infrarroja de misiles tierra-aire y aire-aire, contrarrestándolos de forma instantánea y ofreciendo una capacidad de supervivencia sin precedentes. Ha sido diseñada para proteger todo tipo de aviones y helicópteros, especialmente aquellos que operan en zonas de conflicto o que utilizan aeropuertos de riesgo.
Dentro del proyecto que arranca ahora para equipar la flota española de A400M con el sistema, Indra también se responsabilizará de suministrar las herramientas para integrar el InShield DIRCM en la cadena de logística y soporte del Ejército. Indra asegurará de este modo la máxima disponibilidad y fiabilidad del sistema a lo largo de todo el ciclo de vida, racionalizando al máximo los costes.
Este servicio incluye herramientas para la programación de las librerías de contramedidas, de modo que el sistema pueda operar contra todo tipo de amenazas, incluyendo nuevos misiles que se desarrollen en el futuro. El Ejército tendrá además la capacidad de completar las librerías de forma autónoma con información propia.
El sistema DIRCM InShield se distingue por incorporar la tecnología electroóptica y láser de estado sólido de última generación. Es capaz de detectar múltiples lanzamientos y neutralizar los misiles de forma prácticamente instantánea sin necesidad de intervención humana.
La solución resulta especialmente eficaz para proteger a las aeronaves durante el aterrizaje y despegue, momento clave que suele ser aprovechado para atacarlas. Lo mismo ocurre con los helicópteros y aeronaves que vuelan a baja altura en zonas de riesgo y que pueden ser sorprendidos por un atacante que porte un lanzamisiles tipo Manpad, un arma fácil de operar y que resulta barata y sencilla de adquirir en el mercado negro.