Londres.- Desde diciembre de 1972, hace ahora 45 años, el hombre no ha pisado la Luna después de cinco misiones tripuladas de la Nasa en tres años anteriores. El elevado coste de estas misiones ha sido el decisivo motivo de este casi medio siglo de ausencia en el satélite de la Tierra, según recoge en un reportaje BBC Mundo.
El actual presidente norteamericano, Donald Trump, acaba de anunciar que se propone volver próximamente a la Luna y que esto solo podría ser una primera escala de un viaje hacia la conquista de Marte. Con ese objetivo aprobó la pasada semana la Directiva de Política Espacial 1, emplazando a la Nasa a enviar de nuevo misiones tripuladas al satélite de la Tierra.
Muchos se han preguntado: “¿y por qué ni EE UU ni ningún otro país ha vuelto a enviar una misión tripulada a la Luna en casi medio siglo?” Michael Rich, profesor de Astronomía de la Universidad de California en Los ángeles se lo explica a BBC Mundo: "Enviar una nave tripulada a la Luna era excesivamente costoso y realmente no ha existido una justificación verdaderamente científica para sostenerla".
De acuerdo con el especialista, más allá del interés científico, detrás de las misiones a la Luna se encontraban motivos políticos: básicamente, la competencia por el control del espacio. Y con los años, con la Luna "conquistada" por EE UU, el regreso al satélite comenzó a perder interés. "No había una justificación científica ni política para volver", afirma Rich.
George W. Bush propuso en 2004, durante su mandato, un plan similar al de Trump: enviar una nueva tripulación a la Luna y, de allí, abrir las puertas para la conquista de Marte. Pero el proyecto se deshizo, según Rich, por la misma razón que no se había repetido antes: su coste.
El gobierno de Barack Obama no se mostró dispuesto a gastar los 104.000 millones de dólares que se calculó que costaría el envío. "En la práctica, es muy difícil convencer al Congreso de aprobar un presupuesto tan desmesurado cuando desde el punto de vista científico no había suficientes razones para regresar a la Luna. El proyecto Apollo para llevar una nave tripulada a la Luna fue grandioso, pero poco productivo científicamente hablando", comenta.
Durante los años del programa, el importe que destinaba el gobierno de EE UU para los planes de la Nasa era casi el 5% del presupuesto federal. Actualmente, es de menos de 1%. "En aquellos años, los estadounidenses estábamos convencidos de que destinar esa cantidad para estos proyectos era necesario. Después de esos años, creo que la gente no estaría muy convencida de que sus impuestos se destinaran para pasear por la Luna", afirma.
Otra de las razones, comenta, es que la Nasa se vio enfrascada años después en otros proyectos más importantes: nuevos satélites, sondas a Júpiter, la puesta en órbita de la Estación Espacial Internacional (ISS), investigaciones sobre otras galaxias y planetas… que tenían más "relevancia científica" que un potencial viaje de vuelta al satélite.