Madrid.- “De Elizalde a ITP, 100 años de motores de aviación en España” es el nombre elegido para la exposición que conmemora la historia del diseño y fabricación de motores de avión en España y que se podrá visitar desde el próximo lunes hasta el 15 de diciembre en la ETSIAE de la UPM, dentro de las actividades de la Semana de la Ciencia de Madrid.
Este año se cumple el centenario del primer motor de aviación fabricado por la empresa Elizalde en España, por encargo del gobierno de aquel entonces. ITP es heredera de aquella empresa, que fue pasando por diferentes manos, primero adquirida por el gobierno bajo el nombre de ENMASA y después, absorbida por CASA. Así, finalmente, la planta de motores de CASA en Ajalvir (Madrid) fue adquirida por ITP en 1990 llegando a convertirse en la empresa actual, líder en ese segmento del mercado aeronáutico, con más de 3.500 empleados, presencia en 6 países y tres áreas de negocio: civil, defensa y soporte en servicio.
El repaso a la historia de los motores de aviación consta de 18 motores y módulos, arrancando con el motor Elizalde Lorraine 12W (de 1926) fabricado para los aviones CASA-Breguet XIX y concluyendo con el motor TP400 del avión de transporte militar Airbus A400M, que data de 2009 y es el turbohélice de mayor potencia desarrollado hasta ahora en el mundo occidental.
Por el camino, otros 16 motores, entre los que destacan el motor Tigre o el EJ-200 (motor del caza Eurofighter), el Flecha, el Marboré, el INI11, la turbina del motor Rolls-Royce Trent 500 o el turboeje Rolls-Royce M250, cedidos por además de por ETSIAE e ITP, por el Museo del Aire (Ejército del Aire), la Fundación Infante Orleans y el Museo de la Ciencia y Tecnología de Cataluña.
Alfredo López, director de ingeniería avanzada de ITP y profesor asociado de la UPM y álvaro González, historiador aeronáutico, son los comisarios de la exposición. “Los visitantes podrán entender cómo ha sido la evolución tecnológica en el campo de la propulsión. Gracias a los avances en los motores fue posible el vuelo de los aparatos más pesados del aire a principios del siglo pasado y el desarrollo del motor alternativo permitió que los primeros aviones dispusieran de una planta motriz suficientemente ligera capaz de proporcionar potencia a las hélices.
El siguiente paso fue la propulsión a chorro, con turbinas de gas, que llevó a los aviones supersónicos. Sin embargo, el mayor hito fue el turbofan, que reducía ruido y consumía menos combustible, por lo que es el más usado hoy en los aviones de transporte comercial. En la actualidad continúan las iniciativas que buscan mejorar los motores en términos de eficiencia e impacto medioambiental”, explica Alfredo López.
Alvaro González destaca “la continuidad en el diseño, proyecto, fabricación y mantenimiento, de una industria aeronáutica española durante 100 años al margen de la titularidad del capital, privado y público pero 100% nacional y luego, con participación de capitales extranjeros, adaptándose a las necesidades y evolución de la economía actual. Aunque no sea visible en la exposición, el hilo conductor es el capital humano: trabajadores y técnicos de todos los niveles muy especializados y que resultaron fundamentales para pasar de una economía agrícola, la de 1917, a industrializada y posindustrial en la actualidad”.
Además de la muestra de motores históricos, se organizan otras actividades en torno a esta misma temática y que requieren reserva previa. Dos conferencias: “Una mirada al pasado de la industria de motores de aviación en España” (13 de noviembre) y “Tecnologías futuras y emergentes en propulsión aeronáutica” (16 de noviembre); dos talleres prácticos: “De ensayo de aeronaves” (7 de noviembre) y “De Materiales Aeronáuticos” (13, 14 y 15 de noviembre), y una visita guiada a la planta de ITP en Ajalvir.