Berlín.- El vuelo de un A320 de Munich al aeropuerto Berlín Tegel de la capital alemana puso fin el pasado viernes por la noche, después de 39 años, a las operaciones de la aerolínea germana quebrada Air Berlin, dejando sin empleo a unos 8.000 trabajadores.
El aeropuerto de Munich despidió al avión desde su cuenta de Twitter: “Byebye, AirBerlin: os damos las gracias y deseamos lo mejor a los equipos y empleados de la compañía”.
"Para nosotros, se trata de un vuelo como cualquier otro", por lo que la compañía no previó nada especial, declaró un portavoz de Air Berlin a la agencia AFP.
El comandante del último vuelo de Air Berlin, el estadounidense David McCaleb, ha trabajado para la aerolínea durante 27 años. "Es agridulce. Es extraño experimentar un final como este", dijo a Reuters. A diferencia de los pilotos del último vuelo de larga distancia de Air Berlin, que realizaron una maniobra inesperada durante el aterrizaje que entrañó un peligro innecesario, por lo que han sido suspendidos, McCaleb dijo que no planeaba una maniobra similar.
La segunda compañía alemana transportó a 500 millones de pasajeros en Europa desde sus inicios. Pero los 782 millones de euros de pérdidas en el pasado año llevaron a su principal accionista, Etihad, a poner fin a sus inyecciones de capital que permitían seguir operando a la compañía, muy apreciada por su servicio y sus destinos vacacionales. La decisión obligó a Air Berlin a activar en agosto un procedimiento de insolvencia.
Lufthansa pretende adquirir 81 de los 140 aviones de la flota de Air Berlin, aunque esta operación todavía debe ser aprobada por las autoridades de competencia. Otras compañías como la británica easyJet o la alemana Condor, filial del grupo turístico Thomas Cook, así como un fondo de inversión norteamericano pretenden hacerse con parte de la empresa o de su flota.
"En este día triste, Air Berlin agradece a todos sus trabajadores, socios y pasajeros que durante muchos años nos otorgaron su confianza", señaló la compañía en un comunicado de despedida. "Air Berlin les desea siempre aterrizajes felices y les dice '¡qué les vaya bien!' en nombre de todos los empleados".