Washington.-El Departamento de Comercio de EE UU ha pedido un arancel de casi 220% a cada avión Serie C de Bombardier que se importe en ese país, lo que representa un éxito el constructor aeronáutico estadounidense Boeing que probablemente incrementará las tensiones entre Estados Unidos y sus aliados Canadá y Gran Bretaña, según recoge AP.
Según el Departamento de Comercio estadounidense, Bombardier utilizó ayudas ilegales del Gobierno canadiense para vender sus aviones a precios artificialmente bajos en EE UU.
“EE UU valora su relación con Canadá, pero hasta nuestros socios más cercanos deben acogerse a la normativa”, dijo Wilbur Ross, secretario de Comercio.
Canadá ha manifestado su desacuerdo con la medida adoptada por EE UU. “Esto claramente pretende eliminar al avión Serie C de Bombardier del mercado estadounidense”, señaló Chrystia Freeland, ministra de asuntos exteriores de Canadá.
Por su parte, Bombardier calificó a la decisión de absurda. “Las leyes comerciales de EE UU nunca fueron concebidas para utilizarse de esta forma, y Boeing está buscando utilizar un proceso sesgado para disminuir la competencia”, indicó la ampresa canadiense..
En el pasado mes de abril, Boeing acusó a Bombardier de haber recibido al menos 3.000 millones de dólares en ayudas de los gobiernos de Gran Bretaña, Canadá y de la provincia de Quebec. El constructor aeronáutico estadounidense pidió al Departamento de Comercio y a la Comisión Federal de Comercio de EE UU la supuesta práctica de dumping..
Específicamente, Boeing dijo que Bombardier vendió el año pasado 75 aviones CS100 a Delta Air Lines por menos de lo que costó construirlos. “Las ayudas permitieron a Bombardier exportar su producto al mercado de EE UU y perjudicaron a los trabajadores de aeronaves en el país y a la cadena de suministro global de Boeing”, dijo esta empresa.
Sin embargo, Delta había dicho que Boeing ni siquiera fabrica las aeronaves de 100 plazas que necesitaba. “Boeing no tiene un producto estadounidense que ofrecer debido a que canceló la producción de su única aeronave de ese tamaño, la 717, desde hace más de 10 años”, indicó Delta a través de un comunicado este martes.
La demanda de Boeing contra Bombardier provocó un retroceso incluso antes de la decisión del martes. El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, amenazó con suspender los acuerdos comerciales con Boeing, entre los que se encuentran las negociaciones para comprar 18 aviones de combate Super Hornet.
Por otra parte, la primera ministra de Gran Bretaña, Theresa May, había mostrado a Donald Trump su preocupación por la medida ahora adoptada, puesto que Bombardier da empleo a más de 4.000 trabajadores de Irlanda del Norte.
Los senadores demócratas de Connecticut, Richard Blumenthal y Christopher Murphy, escribieron una carta la semana pasada pidiendo al Gobierno de EE UU “abstenerse de tomar alguna acción que pueda dañar a la gran cantidad de empleos que dependen de Bombardier en Connecticut”. Los motores de los aviones Serie C son fabricados por Pratt & Whitney, con sede en East Hartford, Connecticut.
Pero la decisión del Departamento de Comercio del martes no es definitiva. La Comisión de Comercio Internacional, una agencia independiente que dictamina sobre casos comerciales, decidirá a principios del siguiente año si ratifica los aranceles del Departamento de Comercio.
Bombardier podría apelar cualquier sanción ante un tribunal estadounidense o bien, ante un panel de resolución de controversias creado por el TLCAN. El gobierno canadiense también podría llevar el caso ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) con sede en Ginebra.