Nueva York.- Aliados de los EE UU, al no poder adquirir drones militares de ese país, los están comprando a China. Varios países de Oriente Medio y áfrica han desplegado en conflictos bélicos esos aviones no tripulados adquidos a un menor coste a Pekín. Es un golpe a Washington, según publica The Wall Street Journal.
Mientras los Estados Unidos tratan de frenar la exportación de aviones militares, China está llenando ese vacío, ampliando sus ventas de armamento tecnológicamente avanzado en Oriente Medio y áfrica.
En el pasado mes de octubre, según recoge el periódico, imágenes tomadas por satélites ofrecían los contornos distintivos de algunos nuevos y poderosos aviones no tripulados en una pista saudita utilizada para ataques militares en Yemen. Entre las fotografías captadas aparecían tres aviones no tripulados Wing Loong, réplicas made in China del Predator norteamericano con una capacidad similar de permanecer en el aire durante horas llevando misiles y bombas.
El mismo mes, otro avión militar chino, el CH-4 Rainbow, apareció en una foto de una pista de aterrizaje en Jordania, cerca de la frontera siria. Otras imágenes de satélites comerciales han revelado desde entonces aviones de combate chinos y de vigilancia en bases usadas por Egipto y los Emiratos árabes Unidos.
éstas y otras imágenes que ahora están siendo analizadas en los centros internacionales de defensa evidencian que los aviones militares exportados por China han sido recientemente desplegados en conflictos en Oriente Medio y áfrica por varios países, incluyendo aliados estadounidenses a los que EE UU bloqueó la compra de este tipo de aviones de combate.
Según el citado periódico, los EE UU se han negado durante mucho tiempo a vender sus poderosos drones militares a la mayoría de los países, temiendo que pudieran caer en manos hostiles, ser utilizados para suprimir disturbios civiles o, en el Medio Oriente, para erosionar el dominio militar de Israel. El Reino Unido es el único país extranjero que ha operado aviones Predator y Reaper armados, los sistemas más poderosos de EE UU, para ataques de aviones no tripulados ofensivos, según personas familiarizadas con las ventas estadounidenses.