Hawai.- Seis personas voluntarias han cumplido, tras ocho meses en el volcán Mauna Loa en Hawai en condiciones similares a las marcianas, la quinta de las misiones HI-SEAS (Hawaii Space Exploration Analog and Simulation), un proyecto que lleva desde 2012 investigando la composición de las tripulaciones destinadas a participar en misiones planetarias de larga duración.
El equipo de Hi-SEAS ha permanecido en una cúpula geodésica situada a 2.500 metros sobre el nivel del mar y se ha tenido que enfrentar a limitaciones de agua y electricidad. Ha sido monitorizado por efectivos de apoyo y han realizado tareas de exploración como trabajo de campo geológico y control de sistemas de vida.
Los seis integrantes se han mantenido gracias a alimentos liofilizados o lo suficientemente estables como para aguantar la misión al completo. La exposición al mundo exterior se compuso de salidas semanales al entorno más inmediato en un traje similar al que se utilizaría en una misión espacial real. El contacto con el mundo exterior se limitó al correo electrónico con un retraso de veinte minutos, justo el que experimentarían los astronautas en una misión a Marte.
El volcán hawaiano se eligió por sus características físicas, puesto que existen pocos indicios de existencia humana y las plantas son escasas a dicha altitud. Las características geológicas del volcán ofrecieron al equipo la capacidad de obtener muestras y realizar estudios tal y como lo harían en Marte. Si bien este tipo de estudios es incapaz de determinar todos los elementos de una misión tripulada a un entorno tan lejano y hostil, en una serie de vídeos publicada en el sitio web de New York Times, los participantes expusieron las lecciones que habían aprendido durante la experiencia, según recoge el Servicio de Información Comunitario Cordis.
Los descubrimientos de la misión Hi-SEAS influirán en las decisiones que determinen qué astronautas se seleccionarán para un viaje espacial de larga duración. En el cuarto vídeo, publicado el pasado día 2, el equipo responde a algunas preguntas de los lectores, y relatan lo que más echaron de menos en los ochos meses de aislamiento, cómo abordaron las confrontaciones y si, dada la oportunidad, aceptarían o rechazarían ir a Marte.