Londres.- La empresa privada AICC (Airspace Industry Corporation of China), dedicada a la industria aeroespacial y de defensa, firmó el año pasado un convenio para transformar el An-225 en una plataforma comercial de lanzamiento de satélites, un sector que duplicó sus beneficios entre 2006 y 2015, según datos de la compañía, tal y como recoge BBC Mundo.
Hasta ahora, el Antonov 225 de fabricación ucraniana se ha utilizado para el traslado de cargas grandes y pesadas, como el generador de energía que llevó el año pasado desde la República Checa hasta el oeste de Australia.
"Era posible cargarlo todo, una nave espacial y todos sus elementos encima del avión", recuerda el director de las aerolíneas Antonov, Mikhail Kharchenko, que considera que aún hay posibilidades de utilizar el An-225 como plataforma de lanzamiento aéreo. Aproximadamente el 90% de la energía de los lanzadores se gasta en alcanzar los primeros 10 kilómetros. Podemos poner una aeronave en la espalda del An-225, volar hasta esa altura y lanzarla desde allí. Desde esta perspectiva de costes, el beneficio económico sería inmenso", añade.
"El An-225 podría lanzarlos desde cualquier altura inferior a los 12.000 metros. Su tiempo de lanzamiento es flexible, preciso y es capaz de poner el satélite en la órbita deseada de forma rápida, lo que reduce mucho los costes", afirma el director de AICC, Zhang Youshengtells.
Los nuevos planes para el An225 pasan por incrementar el peso que puede soportar el avión hasta convertir a China en la nación con más capacidad de carga del mundo. El proyecto de la AICC prevé la construcción de una flota de 1.000 unidades de este modelo, según BBC Mundo.
"No hace ningún daño que los chinos quieran comprar esta aeronave, pero claro que nadie quiere venderla", asegura a la BBC el ingeniero de Antonov que lidera el proyecto An-225, Nikolay Kalashnikov. “Este avión no se puede separar de Ucrania; es nuestro bebé y algo de lo que nuestros hijos y nietos siempre podrán sentirse orgullosos", agregó.