París.- Este miércoles 14 de enero se cumplen 10 años del histórico “aterrizaje” de la sonda Huygens de la ESA, parte de la misión internacional Cassini-Huygens, en la superficie de Titán, la luna de Saturno. Fue el primer aterrizaje de la historia en un cuerpo del Sistema Solar exterior y hasta hoy sigue siendo el aterrizaje más lejano jamás realizado por una nave espacial.
Tomó esta imagen mientras descendía a través de la atmósfera de Titán para posarse sobre su superficie. Cuando Huygens tomó esta fotografía se encontraba a unos cinco kilómetros de la superficie de Titán.
El lugar previsto para el aterrizaje de la sonda europea se parecía mucho a un litoral terrestre, por lo que los científicos no estaban seguros de si iba a ser una toma brusca o de si amerizaría sobre una superficie líquida. Al final Huygens se posó sobre el barro de Titán, un material arenoso compuesto por granos de hielo. Las primeras imágenes de este nuevo mundo mostraban un gran número de cantos rodados esparcidos por el terreno. Se piensa que estos cantos están compuestos de agua e hidrocarburos congelados, y pudieron adoptar su forma redondeada tras ser erosionados por un flujo líquido.
Las observaciones realizadas por Cassini desde la órbita de Saturno permitieron identificar varios mares y cientos de lagos de hidrocarburos en las regiones polares de Titán. Los científicos piensan que Titán experimenta un ciclo de mareas estacionales en su superficie, con intensos periodos de lluvias torrenciales y riadas de metano y otros compuestos orgánicos, seguidos por estaciones secas en las que estos líquidos se evaporan. Los lagos en las regiones polares de esta luna reflejan este ciclo, encogiéndose y creciendo de forma periódica.