Washington.- El presidente norteamericano, Donald Trump, ha autorizado a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) llevar a cabo ataques con aviones no tripulados contra sospechosos de terrorismo, en contra de la política de la administración Obama, que limitó las funciones paramilitares de la agencia, reabriendo así la guerra entre ésta y el Pentágono.
Esta autorización, no conocida hasta ahora, representa un giro significativo en la política norteamericana inmediatamente anterior. La CIA utilizaba drones y otros recursos de inteligencia para localizar sospechosos de terrorismo y luego el Pentágono ejecutaba la acción militar. La actuación norteamericana que mató al líder talibán subcomandante de Al Qaeda, Mullah Mansour, en mayo de 2016 en Pakistán es el mejor ejemplo de esa política de reparto de papeles entre ambos cuerpos.
El gobierno de Obama reservó a los militares la ejecución de la acción, para promover la transparencia y la rendición de cuentas, ya que la CIA no estaba obligada a revelar el número de sospechosos de terrorismo o testigos civiles que mató en ataques con aviones no tripulados. El Pentágono, sin embargo, debe informar públicamente sobre la mayoría de los ataques aéreos.
Aunque las autoridades norteamericanas indican que la autorización de Trump se aplica específicamente a la capacidad de la CIA para operar en Siria, se considera que la agencia eventualmente podría estar autorizada por Trump para llevar a cabo acciones secretas en otros escenarios bélicos donde los EE UU combate el terrorismo , como en Yemen, Libia, Somalia y otros.