Madrid.- La presidencia de Aena durante el pasado verano encargó que se hicieran las previsiones de slots para la próxima temporada que empieza este mes de octubre teniendo en cuenta un esperado fallo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) que pudiera confirmar un auto anterior obligando a reducir las operaciones en la pista 18R del aeropuerto madrileño de Barajas.
Según ha podido saber este diario de la empresa pública Enaire, involucrada como Aena en este contencioso, parece que se acepta como inevitable una resolución judicial contraria a los intereses de ambas empresas públicas dependientes del Ministerio de Fomento. “Es como ponerse la venda antes de la herida”, dijeron.
Las mismas fuentes señalaron la dificultad que esta reducción de operaciones significa y muy especialmente en las horas punta que son las más interesantes comercialmente hablando para las aerolíneas.
El contencioso arranca desde hace más de doce años, cuando unos vecinos de la urbanización madrileña Ciudad Santo Domingo demandaron a Aena y al Ministerio de Fomento por el ruido de los sobrevuelos sobre sus domicilios. La Justicia les dio la razón estimando que tales ruidos lesionaban su derecho fundamental a la intimidad domiciliaria.
El Tribunal Supremo en sentencia del 7 de octubre de 2013 consideró que la resolución del TSJM no se había ejecutado e instó a dicho tribunal a la ejecución de la misma. El TSJM, por un auto del 2 de diciembre de 2014 ordenó a modo de prueba por seis meses “la reducción de los sobrevuelos de la urbanización de un 30%, calculado sobre el número total de sobrevuelos reconocidos por Aena en el año 2004 (20.730 aproximaciones a la pista 18R)”.
Esa medida, según el tribunal, debía ser iniciada antes de dos meses y medio año después valorada la incidencia acústica en la urbanización, examinado la Sala si la lesión del derecho fundamental a la intimidad domiciliaria de los recurrentes permanecía o no.
Ante dicha resolución recurrieron los vecinos y también Enaire y Aena. Estas empresas públicas pidieron, además, la suspensión de la ejecutividad del fallo anterior que fue aceptada por el tribunal en tanto se tramitaban los recursos de reposición interpuestos. Han transcurrido casi dos años desde entonces.
Desde hace meses era esperada una resolución definitiva al respecto. Y así han sido interpretadas reiteradas manifestaciones de compañías aéreas, asociaciones empresariales y agentes del sector que ven un grave riesgo para la economía madrileña y nacional una reducción de operaciones en el aeropuerto de Barajas. Ahora se cree que el TSJM se pronunciará definitivamente en diciembre.
En este sentido, es notorio el fuerte malestar detectado en las aerolíneas, y muy especialmente en las que tienen a Barajas como hub de sus operaciones, Iberia y Air Europa, que consideran que “las instituciones tanto estatales como regionales no están haciendo lo que deberían para evitar que Barajas acabe reduciendo su capacidad no sólo futura sino incluso la actual”.
También preocupa en la Comunidad de Madrid, cuya presidenta, Cristina Cifuentes, se pronunció a primeros de año apostando por “potenciar el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas que es un motor económico que genera el 10% del PIB de la región, porque si Barajas crece, también lo hace la economía madrileña”, dijo entonces.