Houston.- A comienzos de este mes, controladores de vuelo y astronautas han participado juntos en una sesión de trabajo ante un simulador para evaluar la pantalla de la tripulación y el control del sistema de un modelo de la nave Orion, las previsiones y los sistemas de alerta así como los protocolos de comunicación.
Cuando los primeros astronautas viajen al espacio profundo en la nave Orion sabrán que su misión se ha construido sólidamente en años de duro trabajo de los ingenieros de la planta. Mientras se sigue trabajando en la producción y el montaje de la nave espacial Orion para su primera misión no tripulada en el cohete SLS en 2018, actualmente conocida como Misión-1, un equipo multidisciplinar de la Nasa también se ocupa con astronautas del desarrollo de indicadores y controles de vuelos y el software avanzado de pruebas para asegurar que las misiones tripuladas al espacio profundo y el viaje a Marte son un éxito.
La prueba se llevó a cabo en el Rapid Prototyping Lab (RPL) del Centro Espacial Johnson de la Nasa en Houston, donde los ingenieros están creando y evaluando los sistemas de visualización y control que la tripulación de Orion utilizará para navegar y operar la nave espacial.
"Una de los principales objetivos de esta sesión con el simulador era averiguar lo que supone el primer contacto entre los controladores de la misión y la tripulación”, dijo Jeff Fox, adjunto de la RPL. "Queríamos ver cómo funcionan los sistemas de interfaz de la tripulación que estamos desarrollando con el equipo de trabajo en tierra”, añadió.
Orion tendrá una pantalla y un sistema de control sofisticados , así como un software avanzado y y un diseño de operaciones para ayudar a la tripulación en misiones largas lejos de la Tierra, donde se exige a los astronautas a trabajar de manera más independiente que en misiones en órbita terrestre baja.
En el transbordador espacial, había cerca de 2.000 interruptores y controles que se utilizaban para operar en el orbitador. La nueva nave espacial de la Nasa tendrá un software para permitir a la tripulación comandar el vehículo en la mayoría de escenarios usando sólo tres pantallas de visualización, lo que supone un ahorro de masa y volumen.
La simulación de febrero involucró a dos astronautas y varios controladores de vuelo, incluyendo un director de vuelo, un comunicador de cápsula para comunicarse con la tripulación y los controladores que gestionan los subsistemas de energía eléctrica y los elementos ambientales de control y de soporte vitales.
Juntos trabajaron en un supuesto de avería en el que falló parte del sistema de energía de Orion. La evaluación de escenarios de fallos extremos es una parte rutinaria de la formación para una misión espacial.