Washington.- El Observatorio Estratosférico para Astronomía Infrarroja (SOFIA), proyecto conjunto de la Nasa y el Centro Aeroespacial Alemán (DLR), que vuela a bordo de un Boeing 747 SP adaptado para su misión, ha comenzado este mes su cuarta serie de vuelos que incluirá 106 de éstos de aquí hasta finales de enero de 2017.
"El programa de ciclo 4 hará más de 550 horas de observaciones", dijo Pamela Marcum, científica del proyecto SOFIA de la Nasa. "Vamos a estudiar los objetos que abarcan toda la gama de temas astronómicos, incluyendo planetas, lunas, asteroides y cometas en nuestro sistema solar; formación estelar y planetaria; planetas extrasolares y la evolución de los sistemas planetarios; el medio interestelar y la química interestelar; el núcleo de la Vía Láctea y galaxias normales y activos cercanos", añadió.
El Boeing 747 SP (“Special Performance”) fue adaptado para ser un telescopio que puede hacer sus observaciones en pleno vuelo. Los inicios de esta nave son puramente comerciales, voló por primera vez como un avión de pasajeros de Pan Am, luego pasó a manos de United Airlines en 1986 para finalmente integrase an la flota de la Nasa en 1997.
La Nasa dice que los datos proporcionados por SOFIA "no se pueden obtener por cualquier otra instalación astronómica en la Tierra o en el espacio". A diferencia de los telescopios y satélites fijos en órbita o en la Tierra, SOFIA es móvil, por lo que pueden detectar mejor los eventos espaciales transitorios como supernovas y cometas.
El B747 SP fue modificado por Raytheon Aircraft Integration Services para acomodar un telescopio reflexivo de 2.5 metros de SOFIA, el observatorio aéreo mayor del mundo que hará observaciones imposibles para el mayor y más poderoso telescopio basado en la Tierra, cuyas característicos son: 17 toneladas de peso, un telescopio infrarrojo de 2.5 metros, puerta corrediza de 16 x 23 metros, 20 años de vida estimada del equipo, 70 millones de presupuesto actual, puede volar hasta por 12 horas continuas y llega a alturas de 13.000 metros, lo que le permite realizar sus observaciones infrarrojas, ya que a esa altura se evita el 99,8% del vapor de agua contenida en la atmósfera.