Baikonur.- El ExoMars Trace Gas Orbiter (TGO), desarrollado por la Agencia Espacial Europea (ESA) con la colaboración de la Agencia Espacial Rusa (Roscosmos), para enviar un orbitador transportador robótico hacia Marte dentro del Programa europeo Aurora, tiene prorgramado su lanzamiento para el próximo día 14.
Estaba previsto que el TGO y Schiaparelli hicieran una llamada de larga distancia desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajstán, al centro de operaciones de la misión en Alemania como verificación final entre la nave y el centro de operaciones antes de su lanzamiento.
Ahora que las dos naves espaciales de ExoMars 2016 han sido mecánica y eléctricamente unidas, es el momento para comprobar que se pueden comunicar con el equipo de control de vuelo que va a operar la misión del Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC) en Darmstadt, Alemania.
La nave espacial será lanzada a bordo de un cohete ruso Protón en una ventana del 14 al 25 de mes que viene, estando prevista su llegada a Marte en octubre de ese año. Una vez que la primera señal en el espacio de ExoMars 2016 se reciba después de su lanzamiento, en la tarde del 14 de marzo, ESOC será el eje a través del cual se canalizarán todas las comunicaciones con la nave espacial.
El proyecto tiene un coste de 850 millones de euros. ExoMars 2016 es una misión bastante compleja para el equipo de vuelo. Se compone de dos naves espaciales muy diferentes -Trace Gas Orbiter y el módulo de demostración de entrada, descenso y aterrizaje, Schiaparelli-, cada uno con sus propias características particulares que, no obstante, deben trabajar en armonía durante casi siete meses en su viaje a Marte.
Para asegurarse de que todo esto funcione sin problemas, muchos de los llamados ensayos de validación del sistema (SVT) se ejecutan en el período previo al lanzamiento.
Durante los últimos dos años, estos ensayos se han llevado a cabo en bancos de pruebas de aviónica -una réplica de hardware y software representativa del vuelo- del TGO y Schiaparelli, tanto individualmente como de forma combinada. Por lo general, éstos se llevan a cabo en sesiones que duran unos pocos días. Entre febrero de 2014 y enero de 2016, el equipo pasó acumulado todas estas pruebas.
TGO llevará un inventario detallado de los gases atmosféricos de Marte. En especial, el origen del metano, cuya presencia implica una fuente corriente activa y TGO ayudará a determinar si proviene de una fuente geológica o biológica.
Schiaparelli probará una gama de tecnologías para permitir un aterrizaje controlado en Marte como preparación para futuras misiones.