Moscú.- La agencia espacial rusa Roscosmos, por un lado, y la empresa privada estadounidense SpaceX, por otro, desarrollan por separado un nuevo motor de cohete impulsado por metano para mantenerse en la competencia internacional, según informa el diario ruso RT.
Roscosmos ha solicitado 326 millones de dólares del presupuesto federal para desarrollar los elementos básicos de unos motores de crucero que funcionan a base del metano, tal y como indica RT, recogiendo una información del también ruso Izvestia. Con ese presupuesto, la agencia también desarrollaría prototipos de motores para cohetes de propulsión líquida de nueva generación, equipados con sistema de diagnóstico y protección de emergencia, así como los elementos básicos de motores sobre la base de materiales compuestos.
"Tenemos intención de crear un motor impulsado por metano, a pesar de que aún no existen planes para construir cohetes con esos equipos, porque queremos realizar avances tecnológicos y no quedarnos rezagados respecto a nuestros competidores extranjeros", ha comentado un miembro del equipo de desarrollo del programa. Según Izvestia, el proyecto inicial de Roscosmos era crear un motor de empuje medio a base de metano para la segunda etapa del futuro cohete Fénix, pero posteriormente decidió rediseñar el ya existente Zenit.
Por su parte, la empresa aeroespacial estadounidense SpaceX está desarrollando un propulsor de cohete llamado Raptor y que también funciona con metano. Este combustible ofrece ventajas en las misiones espaciales más largas, ya que es menos voluminoso que el hidrógeno y su almacenamiento es más fácil. Además, los tanques de metano no necesitan tanto aislamiento, con lo cual los cohetes pueden ser más ligeros y se abaratan los costes. Finalmente, este gas se podría encontrar y recoger en otros planetas, como Marte, Júpiter o Titán.