Moscú.- La compañía aérea rusa Kogalymavia, cuyo avión Airbus A321 se estrelló en la península de Sinaí provocando la muerte de 224 personas, descarta que el siniestro fuera provocado por un fallo técnico o un error humano, atribuyéndolo a un factor externo, según ha anunciado el director general de la aerolínea, Alexander Snagovski.
Por su parte, el subdirector de la compañía, Alexander Smirnov, señaló que la tragedia sólo pudo haber sido resultado de otra "acción técnica o física" que provocó que el avión se partiera en el aire y luego se desplomara hacia el suelo. "El avión estaba en excelentes condiciones. Descartamos un fallo técnico o cualquier error de la tripulación. No existe una combinación de fallos de los sistemas que pueda llevar a la desintegración del avión en el aire", precisó, añadiendo que la despresurización por sí sola no pudo haber causado la catástrofe.
En el momento del inicio de la situación catastrófica, la tripulación perdió por completo el control de la aeronave, ha comunicado la compañía. Asimismo, se ha informado que probablemente al comenzar la caída, el A321 sufriera daños significativos.
La compañía ha confirmado que 16 personas no subieron a bordo del A321. Asimismo, la empresa no tiene problemas económicos que puedan haber influido en la seguridad de los vuelos, según ha anunciado su representante. "El estado técnico del avión era excelente", ha anunciado el vicedirector general Víctor Yung. El pasado 26 de octubre, ambos motores del A321 fueron sometidos a una prueba boroscópica que no reveló ningún problema.
Un grupo terrorista franquicia del Estado Islámico en Egipto se atribuyó la tragedia del Sinaí desde el primer momento "en respuesta a los ataques aéreos rusos que mataron a cientos de musulmanes en territorio sirio", aunque las autoridades rusas y egipcias consideran tal atribución poco fiable.
Otra de las hipótesis surgidas sobre el siniestro del avión ruso en el Sinaí habla de la posible explosión de una bomba en la bodega de equipaje, tal como ocurrió en 1988 con el Boeing 747 de Pan American sobre la localidad escocesa de Lockerbie, recoge este lunes el diario ruso Kommersant. Aquel siniestro se debió a la explosión de una pequeña bomba escondida en la maleta de un pasajero que no subió a bordo y posteriormente fue identificado como un terrorista libio y condenado a cadena perpetua, recuerda el diario.
Según indicó un experto al periódico, la explosión de un artefacto en la bodega de equipaje no pudo causar la desintegración del avión, pero sí su despresurización, que finalmente llevó a que el aparato se destruyera en el aire. Otros especialistas consultados por Kommersant coinciden en que la llamada despresurización explosiva es la causa más probable de la desintegración del avión, aunque ofrecen otras hipótesis sobre el origen del siniestro.
Una fuente de la comisión que analiza las cajas negras recuperadas dijo el lunes que la aeronave no recibió impactos desde el exterior y que el piloto no pidió auxilio antes de que la nave desapareciera del radar.
El portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov, opina que no se puede rechazar ninguna hipótesis sobre las causas de la catástrofe. "Es necesario esperar por lo menos los primeros resultados de los trabajos de investigación", agregó el portavoz.
El propio presidente ruso, Vladímir Putin, ha exigido investigar las causas del desastre del A321 de Kogalymavia hasta aclarar todos los detalles de la tragedia, según informa la agencia RIA Novosti. "Sin duda alguna, hay que hacer todo para recrear una imagen objetiva de lo ocurrido, para que sepamos lo que sucedió y reaccionemos debidamente a ello", subrayó el líder ruso en una reunión con el ministro de Transporte, Maxim Sokolov.