Londres.- Doce años después del último vuelo del Concorde, aviones aún más rápidos están tomando forma en centros de investigación. Uno de ellos es el Lapcat-II, diseñado en Europa y capaz de alcanzar velocidades de crucero ocho veces mayores que la velocidad del sonido (8.500km/h), lo que le permitiría transportar a pasajeros entre Bruselas y Sydney en menos de tres horas.
Según publica BBC Mundo, en la Conferencia de Aviones Hipersónicos del American Institute of Aeronautics and Astronautics (AIAA), que se llevó a cabo en Glasgow en el pasado mes de julio, un informe presentado por investigadores de Lapcat-II indicó que las primeras pruebas sugirieron que el diseño sería menos dañino para el medio ambiente, tan seguro y casi igualmente costoso que los actuales aviones de larga distancia.
Johan Steelant, ingeniero investigador senior de la Agencia Espacial Europea (ESA) y coordinador del Lapcat-II, ha estado poniendo a prueba dos prototipos. Uno es el avión Mach 5 (el Lapcat-A2 accionado por un estatorreactor pre-enfriado) y el otro es el Mach 8, también accionado con el mismo sistema.
El estatorreactor es un reactor que succiona aire sin partes movibles. El movimiento hacia adelante del motor comprime el aire que entra a gran velocidad, metiéndolo a presión en la cámara de combustión.
Los estatorreactores pueden hacer que un avión vuele muy rápido. La elección de combustible es importante, especialmente cuando se trata de mantener bajas sus emisiones. Por eso se eligió el hidrógeno. Aún más, el hidrógeno líquido no es altamente combustible en mitad del vuelo. Aunque puede ser encendido, los riesgos de una explosión o de un incendio son menores comparados con el combustible convencional de los aviones, el keroseno.
El equipo del Lapcat-II no está solo en su campo. Está compartiendo ideas y conceptos con investigadores al otro lado del océano Pacífico. En Asia, la Agencia de Exploración Aeroespacial (Jaxa) está trabajando en una aeronave hipersónica llamada Hytex, con la que pretende cruzar el Pacífico en dos horas a una velocidad de Mach 5.
Tanto Lapcat-II como Jaxa forman parte de un proyecto de transferencia de conocimiento hipersónico entre Europa y Japón llamado Hikari. El motor turbo del Hytex ha sido probado satisfactoriamente en experimentos de vuelo que simulan una velocidad de hasta Mach 1.8. Hytex usa hidrógeno líquido tanto como combustible como para enfriar el aire que viaja a velocidades hipersónicas.
Otras compañías ya están trabajando en hacer del negocio de los aviones supersónicos una realidad. Airbus patentó un diseño hipersónico Mach 4.5 que podría usarse para crear aviones de negocios. También está trabajando con Aerion, una start-up con sede en EE UU, para poner a su flota de aviones supersónicos a la disposición de clientes adinerados.
Spike Aerospace, otra compañía estadounidense, tiene planes de lanzar un negocio similar de aviones de pasajeros supersónicos, con pantallas de video internas conectadas a cámaras externas en vez de ventanas. Y Lockheed Martin tiene un avión comercial, el N+2, que viajará a velocidades de Mach 1.7, tal como recoge emisora británica.