Colonia.- La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) había manifestado a Alemania su preocupación por los controles de seguridad realizados por ese país, en especial en lo que se refiere a la salud de las tripulaciones de los aviones antes del siniestro del A320 de Germanwings que ocasionó 150 muertos.
Dominique Fouda, portavoz de la EASA, señaló que en diversas ocasiones habían señalado errores en las políticas de control de las normativas de seguridad
Sobre la base de las recomendaciones realizadas por la EASA en el año pasado, se pidió a Alemania un mayor control. Las preocupaciones apuntaban al control del correcto estado de salud de los empleados de las aerolíneas; precisamente, el punto que ocasionó luego la tragedia de los Alpes franceses, indicó Fouda.
La EASA señaló al país germano, reconocido por su extremo orden y eficiencia en el trabajo, que podía padecer de falta de personal para realizar un correcto chequeo de las condiciones de seguridad de la industria aérea, en especial en lo concerniente a cuestiones vinculadas a la salud de las tripulaciones de los aviones.
La Comisión Europea, aludió este sábado en un comunicado a los ‘problemas’ hallados por la EASA en la autoridad de aviación civil alemana en una revisión periódica de la aplicación de las normas de seguridad aérea. "Sobre la base de las recomendaciones de la EASA, la Comisión Europea presentó los problemas a Alemania para exigir su cumplimiento. Las respuestas de Alemania están siendo evaluadas actualmente", dijo un portavoz de la Comisión.
"A todos los estados miembros de la UE se les detectan cosas y esto es algo normal y habitual. Es parte de un sistema continuo de supervisión: los hallazgos son seguidos por medidas de corrección, similares a un proceso de auditoría", dijo el portavoz de la comisión, sin detallar los problemas que encontró la EASA en Alemania.
Por otra parte, según publica este domingo The Wall Street Journal, ya en 2011 Alemania incluso estuvo en una espacie de "lista negra" por violaciones de la seguridad aérea. Los expertos de la Unión Europea denunciaron varias veces la escasez de profesionales cualificados en Alemania, encargados de la revisión del estado de la salud de los pilotos.