Washington.- El Observatorio Orbital de Carbón 2 (OCO2) de la Nasa está preparado para su lanzamiento en las próximas horas desde la Base Vandenberg de la Fuerza Aérea en California. Gracias a este satélite, los científicos podrán constatar las variaciones de la cantidad de dióxido de carbono según las estaciones del año y en casos de sequías o inundaciones.
El proyecto de dos años y 465 millones de dólares, también será capaz de apuntar dónde reabsorben los bosques y océanos el carbón atmosférico, un ciclo que es clave para la temperatura global.
Más de 50 años de mediciones muestran que cerca de la mitad del dióxido de carbono enviado a la atmósfera -por procesos naturales y por actividades humanas- termina siendo reabsorbido. La proporción se ha mantenido medianamente constante a pesar de que el nivel total del gas ha crecido desde una concentración de 315 partículas por cada millón en los años de 1950 a 400 partículas por millón hoy en día, según estudios del Instituto Scripps de Oceanografía y la Administración Oceánica y Atmosférica Nacional de Estados Unidos.
Pasando por encima de los Polos Norte y Sur a una altitud de aproximadamente 705 kilómetros, el satélite observará los mismos lugares cada 16 días siguiendo la órbita de la Tierra. Según los científicos, los datos de esta misión mostrarán si los océanos y las plantas siguen absorbiendo la mitad de las emisiones de dióxido de carbono o algunos de estos llamados sumideros de carbono están casi a rebosar, dejando aún más gas en el aire.
"Los datos ayudarán a los que toman las decisiones a nivel local y federal, y estarán mejor equipados para entender el papel del dióxido de carbono en el cambio climático", dijo Betsy Edwards, ejecutiva en la oficina central de la Nasa en Washington, a los periodistas.
En vista de que el área de observación es pequeña -cerca de tres kilómetros cuadrados- los científicos esperan poder apuntar a los principales emisores de carbono, aunque la vigilancia no está entre los objetivos de la misión.