Barcelona.- Dos ingenieros aeronáuticos de la primera promoción de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Industrial y Aeronáutica de Terrassa (ETSEIAT) de la Universidad Politécnica de Cataluña, basándose en la tecnología aeronáutica, han patentado un sistema de velas que permitirá ahorrar combustible en grandes barcos de carga.
El sistema patentado se llama “bound4blue” y está basado en tecnología aeronáutica aplicada a los barcos. Se trata de la implementación de unas innovadoras velas rígidas, similares a las alas de los aviones, en barcos convencionales. El proyecto, que se ha presentado el pasado 28 de mayo, en una conferencia titulada 'De la ETSEIAT al emprendimiento: desde vuelos en el espacio hasta velas que producen hidrógeno' , permite multiplicar el rendimiento de las embarcaciones y podrá ser utilizado para la generación de energía .
José Miguel Bermúdez y Jordi Salas, titulados en ingeniería aeronáutica, han patentado en Europa , en Estados Unidos, China , y Japón un sistema innovador de producción de energía renovable aplicado a grandes embarcaciones.
La innovación permitirá reducir el consumo de combustible de grandes cargueros, como los petroleros, y, al mismo tiempo, se podrá utilizar para generar y almacenar energía en forma de hidrógeno y oxígeno .
“Bound4blue” es capaz de producir energía renovable en el mar, escalable y basada en un sistema móvil con velas rígidas que actúan como elemento motriz, por lo que ahorra la instalación de infraestructuras fijas a las embarcaciones y evita el impacto paisajístico. Un conjunto de turbinas sumergidas generan energía que se almacena a bordo realizando la electrólisis del agua del mar. Este sistema convierte a los barcos en fuentes de energía verde, ya que aprovecha la fuerza del viento para obtener oxígeno e hidrógeno mientras navegan.
La innovadora propuesta de los dos emprendedores catalanes puede revolucionar el sector de la energía, ya que aplica tecnología aeronáutica a las grandes embarcaciones. Así, el diseño de las velas, que se inspira en las alas de los aviones, es de un perfil no simétrico con un espesor relativo moderado y es el elemento clave para reducir el consumo de combustible de los buques, así como para la obtención de energía. Este diseño proporciona una estabilidad estructural adecuada a las velas y, a la vez, un rendimiento -en forma de huella útil- mayor que las velas convencionales. De esta manera, los coeficientes de sustentación aumentan considerablemente. En este sentido, el plegado del sistema de velas es fundamental y una de las claves para la obtención de las patentes.
El empuje de las velas instaladas en el barco permite a la embarcación mayor velocidad y vencer de manera más eficiente la resistencia hidrodinámica del agua. Además, sin embargo, los dos ingenieros han pensado en aprovechar la velocidad que alcanza el barco con las nuevas velas para convertirla en energía útil, que se transforma a través de unas turbinas sumergidas bajo el casco. Las turbinas generan la energía necesaria para llevar a cabo la electrólisis en el agua del mar separando el hidrógeno y el oxígeno, los cuales se almacenan en el mismo barco (el hidrógeno en forma de gas o de amoníaco, combinado con el nitrógeno del aire es uno de los productos industriales más utilizados del mundo). Y es que las velas rígidas serían capaces de proporcionar con la eficiencia necesaria todo el empuje exigible para cumplir los dos objetivos del sistema.