Madrid.- Las vacaciones de Semana Santa salvaron un poco la cara de las estadísticas del tráfico aéreo en el pasado mes de abril del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas superando en un 7.5% al mismo mes de 2013 que, junto con éste, han registrado los peores datos en ese mismo mes de los últimos diez años.
Aena anunciaba el pasado viernes lo que ya adelantó la ministra de Fomento, Ana Pastor, el martes anterior: que el aeropuerto madrileño había registrado en abril un incremento del 7,5% sobre el mismo mes del año anterior. Pero lo que no se tenía en cuenta era el efecto de la Semana Santa, que este año había tenido lugar en abril y el año pasado no.
Aun así, es cierto que en su conjunto, el aeropuerto madrileño en el primer cuatrimestre del presente año ha registrado un incremento del 2,5% sobre el mismo periodo del año anterior que fue uno de los mejores ejercicios turísticos, aunque, con mucho, fue el peor cuatrimestre de los últimos diez años, estadísticamente hablando, del aeródromo de la capital de España.
Pero a pesar de ello, los 12,2 millones de pasajeros que registró dicho aeropuerto en el primer cuatrimestre de este año, exceptuando el ejercicio anterior, están muy por debajo de los números conocidos en el mismo periodo no sólo durante todos los años de la crisis económica, sino que habría que remontarse a antes del 2005, cuando se estaba construyendo la T4 con las vistas puestas en duplicar el número de viajeros.
Con 12, 2 millones de pasajeros, que el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas ha conocido en lo que va de año, casi 300.000 más respecto al mismo periodo del año anterior, puede interpretarse como una ligera y tímida “recuperación” del tráfico aéreo madrileño desde que llegó el nuevo equipo gestor de Aena, pero distan mucho de los 15,3 millones de tan sólo hace tres años -justo antes de su llegada- o de los 16,7 millones de hace seis, en sus respectivos primeros cuatrimestres.
No parece, pues, que triunfo tan pírrico sirva como para celebrarlo a golpe de lírica con el coro de esclavos del ‘Nabucco’, de Verdi, que canta la historia del exilio hebreo en Babilonia tras la pérdida del Templo de Jerusalén, según el salmo 137, como hicieron este sábado los máximos directivos de Aena en el aeropuerto madrileño, y menos para justificar, como hizo la ministra de Fomento cuatro días antes, la congelación de las tasas aeroportuarias para el año que viene.