Londres.- La firma británica de servicios por satélite Inmarsat consiguió establecer el destino final del B 777-200 de la compañía aérea Malaysia Airlines desaparecido el pasado día 8 utilizando el efecto Doppler para analizar las 7 señales ping captadas desde el avión.
El efecto Doppler, un fenómeno físico descubierto en el siglo XIX, aportó una gran ayuda a la búsqueda del avión desaparecido cuando las tecnologías modernas no pudieron seguir las débiles señales que emitía. Este fenómeno lleva el nombre de su descubridor, Christian Andreas Doppler, un matemático y físico austríaco que presentó sus primeras teorías al respecto en 1842.
Según informa la agencia Reuters, las señales ping que el aparato seguía emitiendo automáticamente horas después de que sus sistemas de comunicación fueran desactivados permitieron revelar que este permaneció en el aire durante este tiempo.
Sin embargo, dichas señales eran demasiado débiles para ser analizadas a través de los métodos de geoposición modernos. Cada señal era percibida tan solo por un satélite cada hora, cuando los métodos modernos implican el uso de varios satélites a la vez para analizar varias señales detectadas.
En cambio Inmarsat analizó las señales usando una técnica basada en el efecto Doppler, que es el cambio de frecuencia de una onda mientras su fuente cambia de posición hacia el observador. En particular dicho efecto explica por qué para un observador la sirena policial suena diferente mientras el vehículo de policía se está moviendo.
Dicha técnica permitió entender cuál fue la ruta final del avión y restringir considerablemente el área de búsqueda. Los resultados de la investigación permitieron al primer ministro malasio, Najib Razak, concluir que el avión se hundió a miles de kilómetros de su destino previsto sin dejar supervivientes.
¿Pueden la Física y las Matemáticas ayudar a descubrir un avión desparecido en el océano? La BBC recordaba que en la búsqueda del Airbus de Air France hundido en el Atlántico hace cinco años cuando volaba de Río de Janeiro a París los investigadores se basaron en todo un sistema matemático para dar con las cajas negras del avión. Tuvieron que transformar toda la información de corrientes marítimas, de fenómenos meteorológicos y de pasados accidentes para lograr dar con los dispositivos.
Lo hicieron basándose en el Teorema de Bayes, que toma su nombre de Thomas Bayes, estadístico y clérigo presbiteriano británico, que falleció en 1761. Esta técnica estadística "permite evaluar al mismo tiempo varios escenarios, incluso contradictorios, para hallar la opción de mayor probabilidad", indica la BBC.