Bruselas.- La Comisión Europea adoptó ayer nuevas directrices sobre cómo los Estados Miembros pueden apoyar los aeropuertos y las compañías aéreas de acuerdo a las ayudas estatales de la UE.
Estas directrices tienen por objeto garantizar la conectividad de las regiones y la movilidad de los ciudadanos europeos y reducir al mínimo las distorsiones de la competencia dentro del mercado único. Forman parte de la estrategia seguida por la Comisión en la modernización de las ayudas estatales, cuyo objetivo es estimular el crecimiento en el mercado único, favoreciendo las medidas de ayuda más eficaces y concentrando el control de la Comisión en los casos para prevenir un mayor impacto sobre la competencia.
Joaquín Almunia, vicepresidente de la Comisión y responsable de la política de competencia, dijo: "Estas nuevas directrices sobre ayudas estatales constituyen un ingrediente esencial para el éxito y la competitividad del sector aeronáutico europeo. Garantizarán una competencia justa cualquiera que sea el modelo de negocio de los diferentes actores, desde las aerolíneas estatales a las compañías aéreas de bajo coste y desde los aeródromos regionales hasta las grandes plataformas aeroportuarias. Nuestro objetivo es garantizar la movilidad de los ciudadanos europeos, manteniendo a los aeropuertos y las líneas aéreas pie de igualdad”
Las nuevas directrices sobre ayudas estatales a los aeropuertos y las compañías aéreas alientan el uso cuidadoso de los recursos públicos y se orientan hacia iniciativas que contribuyen al crecimiento. Al mismo tiempo, limitan las distorsiones que pudieran socavar la justa competencia dentro del mercado único, en particular, evitando las capacidades aeroportuarias excedentes y la multiplicación de los aeropuertos no rentables.
Se prevé que en el próximo mes de marzo se adopte formalmente la nueva normativa con su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea.
Las ayudas estatales para inversiones en infraestructuras aeroportuarias se permiten si existe una verdadera necesidad en materia de transporte y si es imprescindible la concesión de las mismas para garantizar la accesibilidad de una región. Las nuevas directrices establecen la cuantía máxima de ayuda permitidas para garantizar un equilibrio entre la inversión pública y privada; estas cuantías se establecen en función del tamaño de los aeropuertos. Existen por tanto más posibilidades de conseguir ayudas para los aeropuertos pequeños que para los grandes.
Las ayudas al funcionamiento de los aeropuertos regionales (menos de 3 millones de pasajeros al año) serán autorizadas durante un período transitorio de diez años, bajo ciertas condiciones, para dar tiempo a los aeropuertos a adaptar su modelo de negocio. Para tener derecho a dichas ayudas, los aeropuertos deben presentar un plan de negocios con una cobertura completa de costes de funcionamiento antes del final del período transitorio. Teniendo en cuenta que en las actuales condiciones de mercado, los aeropuertos con un tráfico inferior a 700.000 pasajeros anuales pueden tener más dificultades para asegurar dicha cobertura antes de concluir el período transitorio, las directrices proporcionan un régimen especial para estos aeropuertos, lo que incluye una ayuda de mayor cuantía y una nueva evaluación de la situación después de 5 años.
La ayuda a la puesta en marcha de las compañías aéreas que abren una nueva ruta son permitidas siempre y cuando se limiten en el tiempo. Las condiciones de compatibilidad de las ayudas de puesta en marcha de las líneas aéreas se han simplificado y adaptado para tener en cuenta la evolución reciente del mercado.