Kourou.- El satélite GAIA, el telescopio más complejo de la historia de Europa, ha despegado con éxito esta mañana desde el Centro Espacial Europeo de Kurú, en la Guayana Francesa, a bordo de un cohete ruso Soyuz-STB, equipado con la etapa superior Fregar-MT.
La industria española he tenido un papel muy relevante en la construcción de Gaia. En total, nueve empresas españolas han desarrollado equipos y sistemas para la misión por valor de 38,6 millones de euros, lo que corresponde al 11,5% del total del programa.
Gaia tardará un mes en llegar a su destino en una órbita de Lissajous, alrededor del punto Lagrange L2 del sistema Sol-Tierra, a un millón y medio de kilómetros de la Tierra. El punto Lagrange L2 es uno de los cinco puntos de equilibrio donde las fuerzas gravitatorias y repulsivas están equilibradas, por tanto, se mueve síncronamente con la Tierra alrededor del Sol. Es una órbita libre de eclipses en una región de baja radiación, lo que da lugar a un entorno térmico muy estable y con una eficiencia de observación alta. Esta es la región donde ha estado operando hasta abril de este año el observatorio espacial Herschel, y es el punto elegido para el futuro Telescopio Espacial James Webb (JWST).
Ese satélite de la Agencia Espacial Europea (ESA), que ha tardado 20 años en desarrollarse gracias a un presupuesto de unos 1.000 millones de euros, elaborará un censo de unas 1.000 millones de estrellas y un catálogo en tres dimensiones de la Vía Láctea que ayudarán a comprender el origen y la evolución de nuestra galaxia.
El objetivo primario de Gaia es estudiar las estrellas en nuestra Galaxia y en su vecindario cósmico para elaborar un mapa tridimensional con una precisión sin precedentes y para ayudarnos a comprender mejor cómo se formó la Vía Láctea y cómo ha evolucionado hasta la actualidad. Los objetivos secundarios de esta misión la convertirán en la máquina de los descubrimientos definitiva: se espera que Gaia descubra cientos de miles de asteroides y cometas en nuestro Sistema Solar y decenas de miles de estrellas fallidas, supernovas y planetas en órbita a otras estrellas. Esta misión también pondrá a prueba la teoría de la Relatividad General enunciada por Albert Einstein.
Durante cinco años Gaia realizará unas 70 observaciones de cada estrella. En cada observación se registrará el brillo, temperatura, color y, sobre todo, la posición de cada cuerpo celeste.
Las cifras del censo celeste son impresionantes. De media, Gaia descubrirá cada día 10 estrellas rodeadas por su propio sistema planetario, 10 estrellas explotando en otras galaxias, 30 estrellas ‘fallidas’, o enanas marrones, y un gran número de cuásares alimentados por agujeros negros supermasivos.
Se estima que Gaia detectará unos 15.000 planetas fuera de nuestro Sistema Solar. Esto se logrará gracias al análisis de minúsculos cambios en la posición de una estrella debido a perturbaciones gravitatorias de los planetas que la rodean.