Pekín.- El complejo industrial militar chino está desarrollando aviones de reabastecimiento en vuelo y de guerra electrónica a partir de su nuevo modelo de caza embarcado Shenyang J-15. Toda la familia se basará en portaaviones que están en construcción, según recoge los medios locales de información.
Los primeros vuelos de prueba del avión cisterna se llevarán a cabo en el primer semestre del próximo año. El avión irá equipado con armamento para, en caso de guerra, poder defenderse y regresar, después de suministrar el queroseno a los cazas, a la cubierta de uno de los gigantescos buques de guerra que China está construyendo.
El aparato presenta un diseño de fabricación nacional que, según los medios informantes, debe ser pequeño debido a los peligros que corren los participantes en las operaciones de manipulación de combustible durante un combate. La presencia de un enemigo prácticamente imposibilita el reabastecimiento con una cisterna aérea grande.
Los militares chinos consideran imprescindible desarrollar un moderno avión de guerra electrónica basándose también en el caza Shenyang. Este tipo de aparatos aéreos tiene mucho que ver con los cazas y una combinación de las dos funciones facilitaría los trabajos de mantenimiento e incrementaría las capacidades bélicas de todo el grupo aéreo.
El avión en desarrollo tendrá que competir con el estadounidense Grumman EA-6B Prowler, que también se especializa en operaciones de guerra electrónica con despegue desde un portaaviones. Su diseño tomó como base el fuselaje del avión de ataque A-6 Intruder.
Según pronostican los expertos, el J-15 permanecerá en el foco de atención de los diseñadores aéreos chinos como una plataforma para crear nuevas modificaciones al menos hasta el año 2020