Maryland.- Por primera vez, un drone X-47B, de fabricación estadounidense, aterrizó en un portaaviones de la Marina, lo que permitirá a EE UU lanzar sus aviones no tripulados por todo el mundo sin necesidad de utilizar bases extranjeras.
El prototipo X-47B, del tamañ;o de un avión de combate desarrollado por la empresa norteamericana de tecnología de defensa Northrop Grumman, despegó de una base aeronaval en Maryland el pasado miércoles y después realizó con éxito un aterrizaje en el portaaviones USS George H. W. Bush en la costa de Virginia.
El drone realizó la maniobra conocida como 'aterrizaje detenido', que supone la captura de un cable a bordo del buque con un gancho desplegado en la cola del avión, con lo que éste realiza una parada rápida. Esta tarea se considera una de las más difíciles para un piloto debido al movimiento constante de la nave y a las turbulencias del aire alrededor de ella. El drone logró llevar a cabo la maniobra gracias a un programa informático incorporado al aparato.
El contralmirante de la Marina Mat Winter calificó la prueba como un "acontecimiento histórico". Según Winter, encargado oficial del programa de la Marina de EE UU para la aviación no tripulada, los drones diseñ;ados basándose en el prototipo X-47B podrían entrar en funcionamiento en 2020.
Los drones de nueva generación superarán por lo menos en tres veces el alcance del conocido Predator y serán capaces de llevar misiles y de realizar misiones programadas sin intervención humana. Funcionarán mediante un software avanzado de control de vuelo y la navegación precisa de GPS, pero también mantendrán la opción de ser guiados por un mando a distancia por un operador humano cuando sea necesario.
El prototipo X-47B, cuya fabricación ha supuesto 1.400 millones de dólares, puede alcanzar una altitud de 12 kilómetros y es capaz de volar en un radio de alrededor de 4.000 kilómetros. Asimismo, la Marina norteamericana planea demostrar que el avión puede reabastecerse en vuelo, lo que aumentará aún más su alcance.
El éxito del lanzamiento del X-47B permitirá a EE UU seguir adelante con sus planes de expandir su polémico programa de drones en el extranjero, ya que esta prueba prueba que el país pronto podría lanzar misiones de sus aviones no tripulados sin necesidad de obtener permiso para usar bases terrestres de otros países.