Bruselas.- La Comisión Europea decidió el pasado martes acelerar la reforma del sistema de control del tráfico aéreo en Europa. Está dispuesta a hacer frente al desafío de la saturación de la capacidad, teniendo en cuenta que se prevé que el número de vuelos aumente en un 50% en los próximos 10 a 20 añ;os.
Las ineficiencias que afectan al fragmentado espacio aéreo europeo cuestan actualmente a las compañ;ías aéreas y a sus clientes casi 5.000 millones de euros anuales. Además, añ;aden 42 kilómetros a la distancia de un vuelo medio, con lo que se obliga a las aeronaves a consumir más combustible, generar más emisiones, pagar derechos de uso más elevados y provocar mayores retrasos. Los Estados Unidos controlan el mismo volumen de espacio aéreo, con más tráfico y unos costes de casi la mitad.
Siim Kallas, comisario europeo de Transportes, dijo: «Nuestras compañ;ías aéreas y sus clientes han tenido que sufrir más de diez añ;os de servicios reducidos y plazos no respetados en la senda hacia el cielo único europeo. Esta situación no puede continuar. En la actualidad, estamos reforzando los engranajes del sistema para dar respuesta al aumento de presión y llevar a cabo reformas ambiciosas incluso en épocas económicas difíciles. Debemos mejorar la competitividad del sector europeo de la aviación y crear más puestos de trabajo en las compañ;ías aéreas y en los aeropuertos».
La Comisión propone actualizar los cuatro Reglamentos que establecen el Cielo único Europeo (SES) y modificar las normas que rigen la Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA).
La seguridad sigue siendo la primera prioridad de la aviación. Las auditorías realizadas por la AESA han sacado a la luz importantes deficiencias en la supervisión de las organizaciones de control del tráfico aéreo en los Estados miembros. La Comisión propone la plena separación, en el plano organizativo y presupuestario, entre las autoridades nacionales de supervisión y las organizaciones de control del tráfico aéreo que supervisan; al tiempo que preconiza la asignación a estas autoridades de los recursos necesarios para llevar a cabo sus tareas. Estas medidas tendrán un efecto muy positivo tanto en lo que respecta a la supervisión como a la seguridad. En la actualidad, muchas autoridades de supervisión se enfrentan a la falta de recursos y dependen del apoyo de las propias entidades que deben supervisar.
En el futuro, las compañ;ías aéreas desempeñ;arán un nuevo papel en la elaboración de los planes de inversión de las organizaciones de control de tránsito aéreo, a fin de mejorar la orientación de estos planes a las necesidades de los clientes.
Frente a estos desafíos, se formularon a finales de los añ;os noventa propuestas dirigidas a crear un cielo único europeo, suprimir las fronteras nacionales en el aire y crear un espacio aéreo europeo único:
a) que multiplique por diez la seguridad,
b) que triplique la capacidad del espacio aéreo,
c) que disminuya un 50 % los costes de la gestión del tráfico aéreo,
d) que reduzca un 10 % el impacto ambiental.