Madrid.- El proyecto Eurovegas que el norteamericano Sheldon Adelson, presidente y primer accionista de Las Vegas Sands, pretende implantar en terrenos de la localidad madrileña de Alcorcón ha puesto en alerta a las autoridades del Ministerio de Fomento, ya que podría afectar a las servidumbres aeronáuticas del próximo aeródromo de Cuatro Vientos.
Según dicho proyecto, cada uno de los grandes hoteles previstos en el complejo contará con 3.000 habitaciones, zonas de reuniones, convenciones y teatros de forma muy similar a las instalaciones con que cuenta Singapur.
Ya sólo la instalación de las grúas necesarias para la construcción de las moles previstas constituye a juicio de los técnicos una amenaza para las servidumbres aeronáuticas del pequeño aeródromo madrileño. A este respecto se recuerda la tragedia ocurrida el 24 de octubre de 2005 cuando una avioneta EC-EMA, al despegar del aeropuerto de Sabadell chocó contra una grúa, precipitándose contra el edificio en construcción. A consecuencia del accidente murieron el piloto y los tres pasajeros que le acompañaban en el vuelo.
El Ministerio de Fomento abrió una investigación para esclarecer las causas del siniestro y aclarar “la legalidad o no de las grúas situadas en el solar en el que se ha accidentado el avión”. La posible existencia de elementos no autorizados en las servidumbres de vuelo en el aeropuerto de Sabadell aconsejaron cerrar el mismo, “para garantizar la seguridad de las operaciones del aeropuerto”, indicó entonces el Ministerio en un comunicado.
Según cualificados expertos consultados por este diario, la construcción del complejo Eurovegas implicaría el cierre del pequeño aeródromo madrileño fundado en 1911, operado básicamente por escuelas de vuelo, por empresas y compañías de trabajos aéreos y servicios estatales, así como el museo y la Fundación Infante de Orleans.
Aunque con escaso volumen de operaciones -en el pasado año se registraron 37.555- y pasajeros -2.215 en el mismo año-, el aeropuerto de Cuatro Vientos es el más antiguo de toda España y funciona tanto en temporada estival como invernal, en el horario de 9 de la mañana hasta la puesta del sol.
Cerrar definitivamente el aeropuerto de Cuatro Vientos supondría dejar sin empleo a un buen número de trabajadores y rescindir los contratos con las empresas allí instaladas, contratos que son a largo plazo en su mayoría. Aena y el Ministerio de Fomento no parecen dispuestos a correr con los gastos que todas las indemnizaciones exigirían y dirigen sus miradas a la empresa promotora del proyecto.
Ya hace dos años, con ocasión de la celebración en Madrid de la Jornada Mundial de la Juventud en la que el aeródromo de Cuatro Vientos sirvió como uno de los escenarios principales de la visita del Papa Benedicto XVI, las empresas allí instaladas denunciaron haber registrado pérdidas económicas "significativas", al verse obligadas a interrumpir su actividad durante dos semanas.