Washington.- El Pentágono pudo reanudar los vuelos de sus F-35 de quinta generación el pasado viernes. El Departamento de Defensa había suspendido los vuelos de estos aviones después de que una inspección hallara una grieta en una de las aspas de una turbina del motor de uno de los aparatos.
El fabricante del motor, Pratt and Whitney, dijo que se trataba de un problema registrado en un solo avión y no debido a fallos de diseño.
El caza F-35 de quinta generación, diseñado por la constructora aeronáutica norteamericana Lockheed Martin, es uno de los proyectos más caros del Pentágono. Se trata del avión de combate 'invisible' para los radares enemigos, es el mayor programa armamentístico del Ejército norteamericano y su coste se estima en 396.000 millones de dólares.
EEUU tiene previsto adquirir unos 2.800 aviones F-35 de tres modificaciones y suministrar al menos otros 600 aparatos a sus aliados más cercanos, incluidos varios países de la OTAN.