Una nave espacial Cygnus, de Northrop Grumman, será lanzada a la Estación Espacial Internacional (ISS) el próximo 9 de febrero desde la instalación de vuelo Wallops de la Nasa en Virginia con investigaciones que estudiarán el cultivo de tejidos y la pérdida ósea, junto con más experimentos científicos y suministros.
Ésta es la segunda misión bajo el contrato de Servicios de reabastecimiento comercial de Northrop-2 con la Nasa. Estas misiones de reabastecimiento ayudan a la Nasa a realizar investigaciones críticas en el laboratorio en órbita y aumentar su capacidad para realizar nuevas investigaciones.
La empresa Mobile SpaceLab, una instalación de cultivo de tejidos y células, ofrece a los investigadores una plataforma de respuesta rápida para realizar sofisticados experimentos de biología de microgravedad. Tales experimentos son críticos para determinar cómo la microgravedad afecta la fisiología humana e identificar formas de mitigar los efectos negativos. La plataforma puede funcionar en múltiples configuraciones, lo que permite a los investigadores adaptar la instalación a sus necesidades.
Mobile SpaceLab realiza experimentos de forma autónoma con monitorización en tierra. La tripulación es responsable de mover la carga útil del vehículo de reabastecimiento a un bastidor ISS EXPRESS designado y de regreso a un vehículo para regresar a la Tierra. Este proceso permite a los investigadores poner su investigación en órbita rápidamente y recopilar datos sofisticados utilizando las capacidades automatizadas. Los experimentos pueden durar hasta un mes.
La investigación de Mochii proporciona una demostración inicial de un nuevo microscopio electrónico de barrido en miniatura (SEM) con espectroscopía. Mochii demostrará imágenes en tiempo real en el sitio y mediciones de micro y nanoestructuras a bordo de la estación espacial. Esta capacidad podría acelerar las respuestas a muchas consultas científicas y decisiones de misión y servir al público como una plataforma de investigación de microgravedad poderosa y única.
La capacidad de identificar partículas pequeñas es necesaria para el vuelo tripulado y la exploración del espacio profundo más allá de la órbita terrestre baja (LEO), ya que las muestras no pueden enviarse de regreso a la Tierra. La identificación rápida de estas partículas puede ayudar a mantener a las tripulaciones y vehículos seguros.
Los miembros de la tripulación experimentan pérdida ósea en órbita, derivada de la falta de gravedad que actúa sobre sus huesos. OsteoOmics investiga los mecanismos moleculares que dictan esta pérdida ósea mediante el examen de los osteoblastos, las células del cuerpo que forman el hueso y los osteoclastos, que disuelven el hueso. Una mejor comprensión de estos mecanismos podría conducir a una prevención más efectiva de la pérdida ósea de los astronautas durante las misiones espaciales.