La investigación sobre la catástrofe aérea más mortífera ocurrida en Corea del Sur sigue en curso, según el informe hecho público este lunes, centrado en el papel del «impacto de pájaro» y que incluye un análisis de los motores y de la estructura de guía del localizador de aterrizaje. Reuters recoge el informe preliminar que sobre el accidente han presentado las autoridades surcoreanas a la agencia de aviación de la ONU y a las autoridades de Estados Unidos, Francia y Tailandia.
«Estas actividades de investigación a fondo tienen como objetivo determinar la causa exacta del accidente«, decía. La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), la agencia de la ONU, exige a los investigadores de accidentes que elaboren un informe preliminar en un plazo de 30 días tras el accidente y anima a que se haga público un informe final en un plazo de 12 meses.
El avión Boeing 737-800, procedente de Bangkok y cuya llegada estaba prevista en el aeropuerto internacional de Muan, rebasó la pista al realizar un aterrizaje de emergencia y se estrelló contra la estructura localizadora, matando a todas menos a dos de las 181 personas y miembros de la tripulación que iban a bordo el pasado 29 de diciembre.
El localizador ayuda a la navegación de un avión que realiza una aproximación a la pista y la estructura construida de hormigón armado y tierra en el aeropuerto de Muan que soporta las antenas del sistema fue probablemente la causa del desastre, según los expertos.
El informe destacaba gran parte de las conclusiones iniciales de los investigadores surcoreanos que se compartieron con las familias de las víctimas el sábado, incluida la conversación de los pilotos sobre una bandada de pájaros que avistaron en su aproximación final.
El momento exacto del impacto con un pájaro del que informaron los pilotos sigue sin confirmarse, según el informe del accidente, pero el avión «hizo una declaración de emergencia por un impacto con un pájaro durante una maniobra de aproximación». «Se examinaron ambos motores y se encontraron plumas y manchas de sangre de ave en cada uno de ellos», decía el informe.
«Tras el choque contra el localizador se produjo un incendio y una explosión parcial. Ambos motores quedaron enterrados en el montículo de tierra del terraplén, y el fuselaje delantero se esparció hasta 30-200 metros”, dijo.
El informe no dice qué pudo llevar a los dos registradores de datos a dejar de grabar simultáneamente justo antes de que los pilotos declararan el ‘mayday’. El avión se encontraba a una altitud de 152 metros y volaba a 298 kilómetros por hora en el momento en que las cajas negras dejaron de grabar, según el informe recogido por Reuters.