El avión privado que trasladaba el pasado viernes al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, a un mitin electoral en Los Alcázares, en Murcia, registró una despresurización en cabina cuando se encontraba en pleno vuelo, por lo que regresó a la base de Torrejón de Ardoz, en Madrid, de donde había partido.
El piloto del avión detectó durante el vuelo una pérdida de presión en la cabina y por motivos de «seguridad» emprendió el regreso.
La presurización es el bombeo activo de aire comprimido en la cabina de una aeronave para garantizar la seguridad y el confort de los ocupantes. Es necesario cuando un avión alcanza una gran altitud, ya que la presión atmosférica natural es demasiado baja como para suministrar el suficiente oxígeno a los ocupantes.
Si una aeronave presurizada registra un fallo de presurización hacia los 3.000 metros de altitud, puede hablarse de una situación de emergencia. En ese caso la aeronave debe comenzar un descenso de emergencia y las máscaras de oxígeno deben activarse para todos los ocupantes.
En la mayoría de aviones de pasajeros las máscaras de oxígeno de los pasajeros se activan de forma automática si la presión de la cabina se reduce por debajo de la presión equivalente de la atmósfera a 4.500 m.
Debido a este problema, el presidente en funciones tuvo que cancelar su participación en el acto preelectoral del PSOE en la localidad murciana.