La Oficina de Capacidades Rápidas del Departamento de la Fuerza Aérea, en asociación con la Fuerza Espacial de EEUU, tiene previsto lanzar la séptima misión del vehículo de prueba orbital X-37B el próximo 7 de diciembre desde el Centro Espacial Kennedy, Florida. La Misión 7 X-37B se lanzará por primera vez en un cohete Falcon Heavy de SpaceX, denominado USSF-52, con una amplia gama de objetivos de prueba y experimentación.
Estas pruebas incluyen operar el avión espacial reutilizable en nuevos regímenes orbitales, experimentar con futuras tecnologías de conocimiento del dominio espacial e investigar los efectos de la radiación en los materiales proporcionados por la Nasa.
«Estamos entusiasmados de ampliar el alcance de las capacidades reutilizables del X-37B, utilizando el módulo de servicio probado en vuelo y el cohete Falcon Heavy para realizar múltiples experimentos de vanguardia para el Departamento de la Fuerza Aérea y sus socios», dijo el teniente coronel Joseph Fritschen, director del programa X-37B.
La Misión X-37B 7, también conocida como OTV-7, ampliará el conocimiento de la Fuerza Espacial de Estados Unidos sobre el entorno espacial experimentando con futuras tecnologías de concienciación del dominio espacial. Estas pruebas son fundamentales para garantizar operaciones seguras y estables en el espacio para todos los usuarios del dominio.
El jefe de Operaciones Espaciales, general Chance Saltzman, elogió estos experimentos como “innovadores” y dijo que “el X37B continúa equipando a los Estados Unidos con el conocimiento para mejorar las operaciones espaciales actuales y futuras. La Misión 7 del X-37B demuestra el compromiso del USSF con la innovación y la definición del arte de lo posible en el ámbito espacial”.
El experimento de la Nasa a bordo expondrá semillas de plantas al duro entorno de radiación de los vuelos espaciales de larga duración. Conocido como «Seeds-2», el experimento se basará en los éxitos de experimentos anteriores, allanando el camino para futuras misiones espaciales tripuladas.
Anteriormente, la Misión X-37B 6 fue la primera misión en introducir un módulo de servicio que amplió las capacidades de la nave espacial y le permitió albergar más experimentos que cualquiera de las misiones anteriores. La nave espacial llevó el experimento del Módulo de Antena de Radiofrecuencia Fotovoltaica del Laboratorio de Investigación Naval, que transformó la energía solar en energía de microondas de radiofrecuencia, y dos experimentos de la Nasa para estudiar los resultados de la radiación y otros efectos espaciales en una placa de muestra de materiales y semillas utilizadas para cultivar alimentos. El X-37B Mission 6 también desplegó FalconSat-8, un pequeño satélite desarrollado por la Academia de la Fuerza Aérea de EEUU y patrocinado por el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea.
El director de DAF RCO, William D. Bailey, elogió la asociación de colaboración con la industria y señaló que “el gobierno del X-37B y los equipos de Boeing han trabajado juntos para producir una plataforma de experimentación más receptiva, flexible y adaptable. El trabajo que han realizado para agilizar los procesos y adaptar las tecnologías en evolución ayudará a nuestra nación a aprender muchísimo sobre cómo operar y regresar de un entorno espacial”.
mejusta y Leo todo lo que pubricais del sistema solar y de las naves que mandáis ala almofera del espacio.