SpaceX lanzó el pasado viernes un cohete Falcon 9 con la misión Korea 425 a la órbita terrestre baja desde el Complejo de Lanzamiento Espacial 4 Este (SLC-4E) en la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg en California. Había un total de 25 naves espaciales a bordo, entre ellas, ALISIO-1, el primer satélite propio del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).
Este fue el vuelo número 17 del propulsor de primera etapa que apoya esta misión, que anteriormente lanzó Crew-1, Crew-2, SXM-8, CRS-23, IXPE, Transporter-4, Transporter-5, Globalstar FM15, ISI EROS C- 3 y siete misiones Starlink.
Corea del Sur confirmó que su primer satélite espía militar había alcanzado la órbita una hora después del lanzamiento y que se había establecido comunicación con la estación terrestre.
El lanzamiento forma parte del Proyecto 425 de Corea del Sur, en virtud del cual este satélite de telescopio infrarrojo electroóptico (EO/IR), lanzado el pasado viernes, y cuatro satélites más de radar de apertura sintética (SAR) serán enviados a la órbita terrestre baja en 2025, con el objetivo de mejorar las capacidades de reconocimiento del ejército y reducir la dependencia de fuentes de inteligencia extranjeras.
Otros 23 Starlink
Un día después de este lanzamiento, SpaceX hizo despegar otro Falcon 9 con 23 satélites Starlink a bordo a la órbita terrestre baja desde el Complejo de Lanzamiento Espacial 40 (SLC-40) en la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral en Florida.
Este fue el sexto vuelo del propulsor de primera etapa que respalda esta misión, que anteriormente lanzó las misiones Crew-6, SES O3b mPOWER y tres Starlink. Tras la separación de etapas, la primera aterrizó en la plataforma ‘A Shortfall of Gravitas’, estacionada en el Océano Atlántico.