La compañía francesa Safran Aircraft Engines y la alemana MTU Aero Engines desarrollarán juntas un motor a reacción para el programa Futuro Combat Air System (FCAS), el motor de la próxima generación de aviones de combate europeos (NGF), según anunciaron ambas empresas.
Este acuerdo industrial se basa en los principios de la Carta de Intenciones (LOI) firmada entre ambas compañías en el pasado mes de febrero, en la que se especificaba que Safran lideraría el diseño e integración de motores y MTU Aero Engines dirigiría los servicios de los mismos.
En el marco del esquema contractual definido por Francia y Alemania, Safran Aircraft Engines será el contratista principal y MTU Aero Engines el socio principal para la primera fase de Investigación y Tecnología (Fase 1).
Los dos socios también acordaron la fundación de una empresa conjunta al 50% que se incorporará a fines de 2021 para administrar el desarrollo, la producción y las actividades de soporte postventa del nuevo motor que impulsará el NGF.
«Este acuerdo es un gran paso adelante, que refleja la voluntad de Safran Aircraft Engines y MTU Aero Engines de garantizar una gestión sólida y efectiva del programa que se basa en una asociación equilibrada y responsabilidades claras», declararon Olivier Andriès, CEO de Safran Aircraft Engines, y Michael Schreyögg, director de programas de MTU Aero Engines. «Safran y MTU están comprometidos a proporcionar a las Fuerzas Armadas una arquitectura de motor innovadora que será un activo clave para su desempeño operativo», añadieron.
Parece que no solo se intenta marginar a Airbus España en este programa. También ITP parece quedar para las migajas en el reparto del motor. Las industrias francesas y alemanas se comportan como si España no contara, a pesar de que, en esta fase, España es socio del programa con un 33,3%.
Y parece nadie se queja defendiendo a la industria española y el dinero que aportamos